Cuidado con Olga



Hay gente de temer y luego estaba Olga de Kiev, de temer todavía mucho más.

Ella era la princesa de Igor de Kiev en el siglo X pero éste fue asesinado por los Devlianos cuando fue a colectar el tributo que le debían. Pero el heredero, quien sucedía a Igor, Svyatoslav, era demasiado pequeño (apenas tres años) como para acceder al trono, y quien se hizo cargo del rol de regente fue su madre.

Olga, madre viuda, gobernando sola el Rus de Kiev, ¡que complicado! Los drevilianos querían aprovechar para casar a la viuda con su príncipe Mal y así tomar el control de "Kievan Rus", pero Olga no tenía en sus planes ser esposa de ninguno de los asesinos de su marido.

Éstos enviaron a veinte de sus mejores caballeros para persuadir a Olga, pero ella... los enterró vivos. Si, como si nada, no era ninguna tonta, así que envió un emisario para avisarle a lo Drevilianos que aceptaba casarse con el príncipe Mal, pero que debía ir con los más distinguidos hombres de su pueblo acompañándolo para la fiesta del matrimonio y para ser aceptados por la gente de Kiev.

Así fue que éstos, creyendo que tenían Kiev a sus pies, enviaron la delegación y al príncipe y aceptaron la bienvenida en una especie de spa y casa de baños de la época para reponerse de su viaje, allí los encerraron y los quemaron vivos...




Olga reencontrándose con el fiambre de su marido


Pues Olga era bien determinada y si bien esto podría considerarse una venganza suficiente no era lo único que tenía planeado, todavía faltaba el funeral de su propio marido e invitó a todos al banquete de despedida en el cual, una vez emborrachados todos los drevilianos, los mandó a matar, unos 5000 en total.

Luego preparó un ejército para matar a los sobrevivientes, a esta altura los drevilianos clamaban por piedad ofreciéndoles todo el tributo posible, cuenta la "Crónica de Néstor" que Olga reclamó que cada familia entregase tres palomas y tres gorriones ya que no quería seguir siendo despiadada con ellos a lo que los sometidos consideraron extremadamente piadoso y cumplieron a rajatabla.

Pero la idea perversa de Olga era atarle a las patas pequeños hilos con algodón y sulfuro para que a la noche, al soltarlos, volviesen a sus nidos, en las casas de los Drevilianos, e incenidasen sus casas, cosa que ocurrió y todas al mismo tiempo. Aquellos que escapaban eran atrapados por los soldados de Kiev y aniquilados. Los pocos sobrevivientes de la ciudad principal de este pueblo fueron entregados como esclavos, el resto, a pagar tributo.

Así pues Olga se despachó a toda una cultura en pos de su venganza, no logró que su hijo instaurase el cristianismo como religión oficial, lo hizo su nieto Vladimir I.

Ella pasó a llamarse Yelena, fue luego canonizada por su trabajo cristianizador aunque viendo lo que le hizo pasar a los Drevilianos me imagino que nadie en la iglesia le diría algo que la pudiese enojar, es hoy en día una santa, un tantito manchada de sangre, pero claro, eran malditos paganos, se lo merecían :P

Ojo con meterse con Olga.

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