El abandono de las apps útiles: Google Maps
En estos últimos meses/año las grandes empresas de tecnología sólo están concentradas en una cosa, una única y ya aburrida cosa: AI, Inteligencia Artificial.
Esto implica que el 200% del esfuerzo de cerebros y talento esté enfocado en eso y nada más que eso. El resto de las cosas están completamente abandonadas y el deterioro se nota cada vez más cuando realmente las necesitás.
Mi última mala experiencia fue con Google Maps y no es poca cosa, millones de personas usan la aplicación para poder ubicarse y guiarse.
Google Maps es una aplicación fantástica, con casi todo el planeta casi perfectamente mapeado y con actualización de información de tráfico en vivo, lograba muy buenos resultados.
Pero la aplicación fue abandonada hace tiempo por Google, no ha habido grandes (ni mínimos) cambios en años, la interfaz es la misma y la UX sigue siendo mediocre, nunca mejoró: empeoró.
Este "abandono" lo noté cuando tuve que manjear fuera de mi país. Aquí en Buenos Aires la uso ocasionalmente cuando no sé dónde queda algo, más que nada para que me indique una ruta, pero pocas veces uso la guía de voz, es más un ayuda de memoria.
Cuando salgo las cosas cambian, obviamente no tengo ni puta idea de cómo son las calles en una ciudad desconocida y DEBO usar alguna aplicación.
Pero hace años que Google abandonó la idea de que nos ubiquemos con su app, ya copó el mercado, se encargó de aniquilar cualquier rival y, al no haber motivación alguna, estimo que ni siquiera deben tener equipos de ingenieros trabajando en mejorarla.
Al final de la calle Gire a la Derecha
Estaba por un pueblito ínfimo de la Toscana, de esos donde el auto apenas entra en la calle porque el pueblo existe desde que la gente se transportaba con una mula y un carro, "la gallega" me dice que la final de la calle gire a la derecha, pero la calle doblaba a la izquierda.
A la derecha una hermosa pared de piedras del siglo XIV me esperaba, como para entrarle duro, giraba a la izquierda y ahí era el "final" de la calle del que hablaba, 100 metros más allá.
En numerosas ocasiones me quería obligar a ir por caminos que yo no quería, en una, por alguna extraña razón, seteó rutas sin peajes y me quería mandar por rutas provinciales, tuve que volver media hora para enganchar la autopista, iba a tardar una hora y media más a mi destino si seguía sus instrucciones.
En la interfaz nada te permite mejorar la ruta, estás "condenado" a lo que calculó y si algo está mal en la ruta tenés que chocar para poder avisarle más o menos 😁
Buscás supermercados y en vez de buscarlos donde estás geolocalizado hace un zoom out de un radio de 500Km y te muestra uno en Chascomús, otro en La Matanza y uno más en Rio Grande do Sul.
En una era de tanta "AI" la aplicación parece volverse más estúpida, más tonta que nunca.
Ni las alternativas
Waze es una opción, suelo usar Organic Maps para no depender de la red, pero es un problema generalizado, la incapacidad de las apps para adaptarse a un entorno cambiante es mucho peor. Las cosas mapeadas hace un año posiblemente al siguiente ya no sirvan, la app no lo sabe, no se actualizan esos datos tan seguido.
Estaba tomando una ruta para ir a una ciudad y habían construido toda una nueva serie de rampas de autopista, si seguía lo que el GPS decía, iba a tener que retomar veinte veces, por suerte hice lo que todo humano debería: leer los carteles y señalización de la ruta.
El problema es que mucha gente se volvió GPS-dependiente durante la última década, ya no saben leer un mapa, sino que sólo siguen instrucciones.
Este "síntoma" ya se veía desde el comienzo del uso masivo de la tecnología, pero en épocas en las que se pretende que los autos sean autónomos y dependan de esta recolección de datos, me llama poderosamente la atención que se estén cayendo a pedazos.
¿Con esta fuente de datos me vas a llevar automáticamente? Lo más probable es que me caiga por un precipicio.
La industria "tech bro" está enferma como cuando se dio la fiebre del oro, ahora el foco está completamente puesto en coleccionar usuarios quemando dinero de inversores, no importa nada, el que logre la mayor cuota de mercado de su producto AI se salvará.
Esto impica derivar todo el dinero y cerebro posible, regalar con tarifas mínimas y hasta regalado y, al final de la carrera, ver quién sobrevivió y volverse monopolios de esa cosa nueva.
El problema es que en el camino abandonan todo lo que tenían, aun cuando les sobra dinero e ingenieros para evitarlo. Incomprensible, pero viniendo de Google no tanto, han hecho eso con prácticamente todas sus aplicaciones y por eso mataron más proyectos que ninguno.
Conclusión: no dependan jamás de Google para nada (aunque lo hagamos a diario por boludos).
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