Helicóptero en la mochila

29/01/2024 - 10:30:00 por Fabio Baccaglioni - 1189 - 4 - En Historia

Hay muchos experimentos que trataron de llevar la aviación al ámbito personal, por lejos el intento más exitoso es la aviación misma desde sus comienzos con los aeroplanos y, en tiempos más modernos, ultralivianos y demás monomotores pequeños.

Pero algunos intentaron cosas más... raras, apelando ya no al avión sino al helicóptero. Es que un helicóptero nos daría esa ventaja extra del despegue vertical ¿No? Así es, pero ya sabemos que esa hélice gigante puede ser algo peligrosa.

Ahora bien, el caso del Hoppi Copter... es digno de mención

Como dije hace ya seis años, los autos voladores ¿Dónde están? los helicópteros son el verdadero auto volador, sí, hay experimentos actuales con motores eléctricos que son más parecidos a cortadoras de césped (y cabezas) voladoras, pero en el fondo todavía les falta un poco de cocción para estar listas para el mainstream.

En los años 40, en cambio, los helicópteros eran una novedad así que era normal pensar en alternativas y nuevos formatos para usar ese tipo de propulsión al campo de batalla.

Imaginen el escenario donde un soldado pudiera desempacar de su espalda un dispositivo para volar, como el Inspector Gadget, pudiendo operar de forma indpendiente evitando el terreno y sin la necesidad de la infraestructura necesaria para operar con aviones.

Uno de los ingenieros que pensó en esta idea fue Horace Pentecost, viendo no sólo la oportunidad militar (que solía ser una excelente forma de ingresos) sino el lado deportivo,

el problema es que sus ideas eran algo peligrosas como para justificar vehículos tan rudimentarios.

la fantasía que ignoraba el tráfico aéreo y la salud de las personas 😁

Los primeros

Pentecost no fue el único en ofrecer esto a los ejércitos, del otro lado del Atlántico, un austríaco, Paul Baumgartl presentó también una idea de transporte personal para el soldado en 1942, un helicóptero que podía cargarse en el hombro, ensamblarse y permitirle volar desde cualquier lado.

Por la misma época otros dos austríacos,  Bruno Nagler y Franz Rolz, presentaron el Nagler-Rolz NR 54 que se podría describir como un helicóptero ultraliviano. Tenía el problema de no poder resolver el problema giroscópico del rotor yendo en un sólo sentido y no llegaron a arreglarlo porque los soviéticos estaban muy cerca de Austria para el final de la guerra.

Mientras Pentecost trabajaba como ingeniero de aviación en Boeing, en 1944, comenzó a imaginar su propia versión de helicóptero unipersonal y en su tiempo libre empezó a diseñar un motor en una mochila que impulsaba rotores coaxiales contrarrotativos.

Esta idea fue avanzando, imaginó a un soldado de infantería con la misma movilidad de un paracaidista, pero con la capacidad única de elegir a la perfección su lugar de aterrizaje (los paracaídas que se usaban caían donde caían).

El Hoppi Copter

Si diseño se llamó HX-1 Hoppi-Copter y a fines de 1945 completó la construcción de su prototipo y se fue de Boeing para crear la Hoppi-Copters, Inc. y dedicarse por completo al HX-1.

Con "apenas" 41Kg poseía un motor de 20HP con dos rotores de madera de 3.66 metros de diámettro a unas 440RPM.

Se sujetaba al piloto mediante dos arcos metálicos que se apoyaban sobre los hombres y correas de lona mantenían el conjunto en su lugar.

Con una palanca cíclica el piloto tenía el control direccional y el acelerador en el puño permitía variar el diferencial colectivo de los dos rotores, la correa del hombro izquierdo llevaba el acelerador.

Lo primero que descubrió Pentecost y los pilotos de pruebas es lo que todos nosotros ya hemos imaginado hasta aquí: era muy fácil que una de esas palas de rotor impactara el suelo y las astillas irían a parar justo al piloto.

La mochila resultaba demasiado incómoda y la realidad le demostró que el "modelo 100" debía evolucionar y el sueño necesitaba de un poco más de ingeniería, abandonó el diseño por lo peligroso que era.

Al igual que Nagler y Rolz pasó a un diseño ultraliviano con una estructura metálica, esto bajaba el centro de gravedad y el modelo 101 del Hoppi-Copter le permitía al piloto ir sentado de forma convencional, en 1949 presentó el diseño y fue evolucionando en los siguientes 102, 103, y 104.

Y como otros proyectos de helicópteros ultraligeros, la desorientación era un problema importante a alturas considerables sobre el suelo. Los pilotos de Hoppi-Copter no tenían ninguna estructura de la aeronave que se alineara con el horizonte para proporcionar una referencia visual adecuada para controlarlo, y la vibración y el movimiento constante del helicóptero inutilizaban sus sentidos cinestésicos.

Los militares no tenían interés por el concepto tampoco, no creían en una flota de helicópteros ultraligeros reemplazando a paracaidistas, mucho más baratos y sin necesidad de entrenarse como pilotos. Así que no hubo contrato.

En cambio Pentecost trató de comercializarlo al público deportivo, cuando estaba listo para empezar a vender, su exesposa lo obligó a abandonar la empresa ya que ella logró la parte mayoritaria de la misma. La empresa estuvo sin actividad hasta 1956 cuando un grupo de inversores se hizo cargo. Pero ese intento fracasó, curiosamente los militares cambiaron un poco su perspectiva y financiaron a un competidor, el Hiller YROE-1 Rotorcycle.

Pentecost trantó de fundar otra empresa pero también fracasó, al final donó el HX-1 al Smithsonian donde pueden verlo hoy.

Los marines ordenaron algunos modelos del Hiller en 1954, sin generar mucho más interés, también probaron con Gyrodyne y el "RON Rotorcycle" en 1955, pero los Marine Corps concluyeron que ambos eran demasiado pesados y difíciles de maniobrar, descartando la idea, pero la naval tuvo otra idea, ya que eran pequeños y fáciles de empacar, decidieron encargar una versión distinta de este último: un dron antisubmarino, el Gyrodyne QH-50, sin piloto que arriesgara su vida, ese tuvo éxito.

Yapa

Sí, hay gente que lo volvió a intentar: