El destructor con mala suerte que casi mata al Presidente

09/11/2016 - 10:30:00 por Ariel Caballero - 43556 - 8 - En Historia

La segunda guerra mundial está llena de grandes hazañas, batallas navales épicas, vale recordar a grandes navíos como el Biskmarck, el Tirpitz, el Hood o el Yamato, buques y tripulaciones que han demostrado el mayor de los arrojos y valentía dejando un rastro inolvidable de la famosa tradición naval.

También, tenemos a nuestro entrañable amigo, el USS Porter, incompetencia militar, mala suerte o simplemente unos bolas tristes!

El USS William D. Porter, fue un destructor de la Armada de los Estados Unidos perteneciente a la clase Fletcher, nombrado en honor al comodoro William D. Porter (1808 – 1864). Botado en el año 1943 y asiganado a la principal base naval la marina, Norfolk. En Noviembre de este mismo año es puesto en servicio de combate y su Capitán Wilfred Walter recibe la orden de dirigirse con silencio de radio y maniobras de sigilo al río Potomac, la primer misión, escolta del imponente acorazado USS Iowa con nada más y nada menos que el presidente Franklin D. Roosevelt abordo, él y el secretario Cordell Hull iban a realizar una travesia en secreto hacia el puerto de Mers el-Kebir, en África, para dos importantes reuniones en El Cairo y Teherán con dos tipos desconocidos (Joseph Stalin y Winston Churchill).

La escolta era completada por dos modernos destructores más que brindarían la escolta antisubmarina y dos portaaviones para la cobertura aérea, toda una flota para proteger a uno de los hombres más importantes del mundo en aquellos tiempos. El comandante de la flota era el Almirante Ernest King, en ese momento el Jefe del Estado Mayor de la Armada o sea… Estaban todos…

Era la oportunidad del Porter, de su capitán y de su tripulación para destacarse, pero ni bien dan la orden de zarpar, un ancla a medio subir dañó seriamente un buque mercante que se encontraba amadrinado (cuando amarran uno al lado del otro porque no hay lugar en el muelle) al destructor. Ya de por si salió tarde y tuvo que disculparse por unirse con varios minutos de retraso a la escolta. Pero bueno, quién no se mandó un moco cuando tenía que sobresalir, seamos positivos, borrón y cuenta nueva que hasta África queda mucho…

El 12 de Noviembre una potente explosión sacudió el mar. El Almirante King ordeno puestos de combate (Como en las películas) y comenzaron las maniobras evasivas, y escucha de sonar, habían sido descubiertos y estaban siendo cazados por U-boats (submarinos) alemanes. Imagínense la situación, los portaaviones con alerta y dale que dale sacando aviones al aire, los destructores y el Iowa dando vuelta en Zigzag y lanzando cortinas de humo. Pero que hacia el Porter este avisaba por radio que una de las cargas de profundidad que iban sin seguro se había soltado, el famoso “Se me chispoteo”.

El Almirante King le ordeno imperiosamente al Capitán Walter que comience a hacer su trabajo y este último acusó recibo con el compromiso de sobresalir de ahí en más.

Para relajar el ambiente y viendo que los nervios de todos estaban a flor de piel Roosevelt le propone al Almirante que le demuestre las capacidades excepcionales del Iowa con su artillería de gran porte.

Dicho esto, la tripulación del Iowa lanzo al aire varios globos meteorológicos que servirían de blanco, el Capitán Walter buscaba cualquier excusa para redimirse y al ver que algunos globos no habían sido abatidos por el Iowa y viendo que se desplazaban hacia su buque ordena disparar, consiguiendo dar en el blanco a todos y cada uno de ellos, la suerte comienza a cambiar y entonces en un acto de pelotudez, insensatez da la orden de un simulacro de ataque con torpedos.

Hoy en día el ataque es simulado con computadora, no se gasta en torpedos y la simulación además brinda estadística útil para poder armar diferentes escenarios, en esa época la diferencia entre el real y la simulación era que este último se le sacaba el detonador al torpedo pero en definitiva el torpedo es apuntado y lanzado al agua.

Entonces lanzan uno, dos y tres torpedos hacia el Iowa, el blanco más grande e inmediato que tenían a disposición aunque con el tercer torpedo escuchan un silbido algo un poco más que perturbador, ¡Estaban atacando al Iowa! Walter rompe el silencio de radio, una vez más, y da aviso con lo cual el Iowa inicia las maniobras evasivas, tan brusca que Roosevelt, en su silla de ruedas, comienza a moverse por cubierta, no se rían, no es gracioso! Basta Chicos diría Fort!

King ordena apuntar sus baterías de 405 mm hacia el Porter y en un acto de grandeza y seguramente porque luego tendría que realizar demasiado papeleo no lo vuela a la miércoles al Porter! Este destructor iba a realizar lo que tanto Alemanes como Japoneses querían, hundir al buque insignia de la flota y matar al presidente de los Estados Unidos.

Por suerte para todos el torpedo no impactó el buque y si bien fueron reprendidos y, en teoría, técnicamente puestos bajo "arresto" el mismo presidente Roosevelt perdonó a los nerviosos involucrados en el incidente, principalmente el capitán y los dos operadores de los tubos torpederos.

El Capitán Charles M. Keyes y tripulación fue enviado a Bermuda pero el perdón presidencial los devolvió al mar sin problemas y con un archivo impecable, el buque fue enviado al Pacífico.

Dedicado a las tareas antisubmarinas y apoyo bombardeo en tierra acribillo a su gemelo el USS Luce por lo cual le dieron tareas de protección antiaérea derribando cinco aviones enemigos no sin antes bajar tres de su mismo bando. Pasó desde las Aleutianas a Filipinas hasta la batalla de Okinawa.



El 10 de Junio de 1945, el Porter se encontraba patrullando en solitario la zona que le fue asignada cuando un avión Kamikaze lo encaro, la tripulación logro derribarlo pero, mientras festejaban por el éxito el avión enemigo que había caído a unos 10 metros del barco, éste continuó el trayecto por debajo del agua y exploto justo debajo de la quilla del buque.

La explosión fue tan fuerte que lo elevó en el aire y quebró su fondo, empezó a inundarse y herido de muerte, tres horas más tarde, se iba a pique, pero con toda la tripulación a salvo.

El USS Porter recibió cuatro estrellas de combate y solo perdió un miembro de su tripulación durante toda su carrera.