Las dos cosas que me molestan de la campaña son, primero, que ya no hace falta un meteorólogo en un rincón del mundo para tomar los datos. Ahora se hace con estaciones automáticas a las que hay que hacerles mantenimiento cada tanto. Los meteorólogos hoy no necesitan dejar sus casas en las ciudades para hacer su trabajo.
Segundo, el golpe de gracia, llama una señora mayor que dice ser de Salta y habla como porteña. ¡Al menos hubieran contratado a una salteña! Por estas cosas es que le pongo silencio a las publicidades.
Simon en la Puna
Simon está buscando conocer más gente mientras trabaja por la humanidad, controlando el clima, que un milímetro más de lluvia, que un gradito menos por allá, no tiene mucho más para hacer que su conexión a Internet y responder las preguntas de todo, por ejemplo ¿Cómo haría su trabajo en medio del Everest? ah, ahí lo quiero ver...
Nos proyectamos al pasado, más precisamente al 24 de Abril de 1895 y Joshua Slocum decidió que era una buena mañana para partir en su velero desde Boston, partir a dar la vuelta al mundo, solo, sin compañía, tan sólo él y el mar.
Tres años después volvió a casa, había recorrido no menos que 74.000 kilómetros de océano, justo llegó cuando en las noticias había cosas más importantes como una guerra contra España, así que tardaron un poco en reconocerle el mérito, pero con un libro publicado un año después logró que su historia llegue a todo el mundo.
En 1980 el italiano Reinhold Messner subió al monte Everest sin oxígeno y en solitario, una locura que logró inclusive con una ruta totalmente nueva en la cara Norte de la montaña más alta del mundo, llegó a los 8848 metros luego de caminar unos tres días desde el campamento ubicado a 6500 metros. En 1988 una dama, Lydia Bradey, también se animó a subirlo en solitario.
La mayoría de los astronautas de la primera época iban solos en una lata de metal al espacio, es más, Yuri Gagarin en 1961 se encontró ante la inmensidad del espacio sin nadie a su lado.
Vito Dumas dio la vuelta al mundo en solitario en un pequeñísimo velero y en plena Segunda Guerra y por las aguas más complicadas del océano, pero hasta Edmund Hillary, el primero en subir la Everest, tuvo a su Tenzing Norgay, porque es mejor estar bien acompañado
Así que si querés darle una mano a Simón en su tarea, podés hacerlo aquí
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Escrito por Fabio Baccaglioni
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Comentarios
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Danbat dijo:
que ya no hace falta un meteorólogo en un rincón del mundo para tomar los datos. Ahora se hace con estaciones automáticas a las que hay que hacerles mantenimiento cada tanto. Los meteorólogos hoy no necesitan dejar sus casas en las ciudades para hacer su trabajo.
Lo que pasa es que seguramente esa estacion esta conectada con Arnet, que es tan poronga que al meteorologo no le quedo otra que irse hasta alla...
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