Viva el Zar

18/10/2011 - 11:50:13 por Fabio Baccaglioni - 6066 - 8 - En Historia

Los zares eran los reyes eslavos, los rusos optaron por esa designación para sus reyes, es más, zar proviene de césar, título que utilizó Octavio (Octavius Caesar Augustus) para aclarar que era descendiente de Caius Julius Caesar.

Con los años dicha palabra terminó entre los rusos, búlgaros y croatas. Pero en 1917 la revolución rusa los eliminó por completo, la palabra pasó a ser mala palabra obviamente. Pero... como son estas cosas de la historia, a veces algo se nombraba como Zar.

Mientras estos vivían, por ejemplo, crearon el Cañón Zar, obviamente implicando que era el más grande, ancho, largo, lo que sea, tenía que se grandote así que para 1586 encargaron uno que se asemeje a la masculinidad del zar y salió esto:

Con un calibre de 89 centímetros, 5,34 metros de largo, hecho enteramente de bronce con un peso de 39 toneladas, disparaba proyectiles de 800Kg. Nunca sirvió para nada y se desconoce para qué gastaron 39 toneladas de metal en algo que ni se usaba, hasta Napoleón se lo quiso llevar de botín para Francia cuando invandió Rusia, pero allí quedó y al día de hoy es una atracción turística.

Y esta no es la única barbaridad en tamaño, a continuación tres casos más, porque... en Rusia... todo se hace grande...

Pero supongamos que la paz también era parte de la vida de los rusos, al menos a la hora de ir a la iglesia (diría que exclusivamente en ese momento ), entonces ¿que mejor que una buena campana? pues bien, la primer campana Zar era obviamente gigante, 18 toneladas de bronce en el siglo XV era mucho metal, hasta que un día se cayó de su torre por un incendio y se partió en pedazos. La usaban para anunciar ceremonias y por si se venía un ataque o incendio. No le sirvió para anunciar el propio, hasta necesitaba 24 personas para hacerla sonar!

Usando los pedazos de esta y un poquito más de metal construyeron otra en 1655 de 100 toneladas! pero que mala suerte tenían con las campanas zaristas estos tipos que un incendio en 1701 también la rompió.

La emperatriz Ana Ivanova quería una nueva pero esta vez con 100 toneladas más todavía de material (ya vamos por 200) y la encargó a unos alemanes que se le cagaron de risa y no lo tomaron muy en serio, así que tuvo que optar por la mano de obra local, en 1733 empezaron a construírla y en 1735 la tenían lista.

Pero la mala suerte era completa, la campana de los zares venía condenada desde sus comienzos, un nuevo incendio, ahora en el Kremlin, empezó a quemar la estructura de madera donde se sostenía previamente la campana y para evitar que caiga los guardias tiraron agua fría para apagar el incendio con tanta mala suerte que esto afectó al metal quebrándose una rebanada de 11 toneladas de campana y así quedó, hubo algunos intentos por usarla así como estaba pero era muy pesada.



Ni siquiera Napoleón pudo llevársela! recién en 1836 pudieron ponerla en su actual pedestal de concreto, lo curioso del tamaño es que... ese pedacito de campana que se rompió es tres veces más grande que la mayor campana existente actualmente que esté colgada en alguna iglesia, la de la catedral de Liverpool.

Hasta para hacer tanques eran raros, el tanque Zar no fue precisamente un éxito en la primera guerra mundial, es más, de estos "zares" que estamos comentando éste es la oveja negra, el fracaso.



El tanque era tan feo, inútil y poco potente, para colmo fácil de destruír por la artillería rival, que apenas llegaron a construírlo.

Ni siquiera tenía oruga, era un triciclo enorme con dos ruedas delanteras con rayos fácilmente atacables, eran de 9 metros, la rueda menor de metro y medio para maniobrar. La torreta con el cañón estaba a 8 metros de altura, en ese sentido tenía algún tipo de ventaja, pero no en campo abierto donde era un blanco móvil, más regalado imposible.

Su destino fue el desguase ya en la época soviética, los zares habían muerto, eran mala palabra, no quedaba más un zar... pero...

Por alguna razón decidieron en plena época comunista utilizar la denominación para una bomba nuclear, la Tsar Bomba, la madre de todas las bombas nucleares, la más potente de todas.



El diseño de tres etapas tenía una potencia de 50 megatones, otra para que se le caigan los calzones al Doc Brown, 209.2×10¹⁵ Joules, 1400 veces la energía combinada de las dos primeras bombas nucleares, 10 veces la suma de todos los explosivos utilizados durante toda la segunda guerra mundial, y un cuartito de lo que fue la erupción del Krakatoa en 1883.

En un principio el diseño original era de 100 Megatones, pero se dieron cuenta que provocaría una nube demasiado grande y con mucho fallout, para evitarlo pusieron en la segunda etapa una capa de plomo en vez de la de uranio 238 que tenían planeado, lo que eliminó la fisión rápida y el 97% de la energía liberada fue por fusión. Curiosamente esto resultó en una de las explosiones nucleares más limpias y ecológicas de todas, casi sin fallout radioactivo. La razón era obvia, como iban a detonarla en territorio soviético no era negocio hacer semejante explosión destructiva a largo plazo.

La bomba era demasiado pesada como para ser práctica, con 27 toneladas no era como para cargarla en un misil, un avión Tu-95 la lanzó sobre la isla de Nueva Zembla, ese cacho de piedra a la altura del circulo polar ártico, la explosión fue evidentemente bestial llegando a los 56 kilómetros de altura la nube.

Acá tienen un videíto de la acción: