Hoy se cumple otro aniversario del comienzo de la conquista del espacio, el primer vuelo de un cohete que dejó un objeto construido por el hombre en órbita terrestre, el Sputnik 1.
Pero de esta más que recordada historia hay algunos detalles interesantes que usualmente se dejan de lado al rememorarla y tiene que ver con su origen.
Pues a los militares soviéticos no les interesaba más que enviar bombas nucleares a occidente con misiles, pero un hombre, EL hombre, quería aprovechar todo esto para algo muy diferente. Sergei Korolev.
Era diciembre de 1954 y Korolev le enviaba al ministerio de Industria de la Defensa, Dimitri Ustinov, el plan para desarrollar un satélite artificial para la URSS. Iba acompañado del reporte de Mikhail Tikhonravov, uno de los más importantes ingenieros de misiles, con las mismas ideas y explicando que era un paso necesario e inevitable para el desarrollo de los misiles.
En el fondo tanto Korolev como Tikhonravov tenían una visión mucho más idealista del acceso al espacio y, para ellos, no se trataba de enviar misiles con bombas.
La presión seria llegó desde el otro hemisferio, en Julio de 1955 el presidente de los EEUU, Dwight Einsenhower anunció que los EEUU iban a lanzar el propio. Tan sólo cuatro días después Leonid Sedov, el físico más importante de la URSS, anunciaba que ellos también iban a lanzar el propio. Comenzaba la carrera.
En agosto de ese año el Politburó aprobaba la propuesta y en Agosto se decidía el uso del R-7 Semyorka, el misil balístico intercontinental, como vector de lanzamiento del posible satélite artificial.
La carrera aceleró rápidamente para los soviéticos y para el año siguiente ya tenían definidas las especificaciones, quién se encargaría de cada detalle y cómo lo distribuirían entre todos sus centros académicos de ciencia.
La famosa OKB-1 se encargaría de construir el "Objeto D", estilo usual de los soviéticos de nombrar las cosas experimentales antes de que tengan un nombre oficial.
Pero para fines de 1956 se topaban con una realidad: el Objeto D era demasiado ambicioso como para ser lanzado sobre el R-7, el impulso específico del cohete no era suficiente para enviar una tonelada de satélite a la órbita terrestre.
No fue descartado, más adelante sería lanzado como el Sputnik 3, pero tuvieron que trabajar en un reemplazo mientras, por otra parte, mejoraban el R-7 para más adelante.
Así que, por temor a que los norteamericanos se les adelantaran, la OKB-1 sugirió la creación de otro satélite alrededor de Abril de 1957. En julio empezaron a construirlo con un peso estipulado de apenas 100Kg, simple, sencillo, sin pretenciones. Ahora se llamaba "Objeto PS".
El R-7 fue modificado para cambiar su trayectoria y tipo de carga, si bien había nacido para ser un ICBM la realidad era que como misil balístico dejaba mucho que desear. Requería demasiados preparativos para ser lanzado, no era práctico. Pero para su nuevo uso era ideal.
Tampoco era un cohete perfecto, recién en su cuarto lanzamiento funcionó y fue en Agosto de 1957, el quinto lanzamiento fue en septiembre y Korolev convenció a sus superiores para que le dejaran los siguientes R-7 para los PS-1 y PS-2.
¿Y cómo era el sputnik? Era una esfera metálica de 58 centímetros de diámetro de 2mm de grosor con cuatro antenas y una masa de unos 83.6Kg. No estaba diseñado para ser controlado sino observado, era de metal brillante y reflejaba la luz solar por lo que era fácilmente observable desde Tierra.
Poseía una batería de zinc y plata de 51Kg, un transmisor de radio de 1 Watt de unos 3.5Kg de peso que emitía un bip en 20.005Mhz y 40.005Mhz. Un pulso en una frecuencia, 3 ciclos de espera (0.3 seg) y luego otro pulso en la otra frecuencia.
El 4 de Octubre de 1957 el Sputnik 1 se elevó por los cielos y alcanzó una órbita bastante menor de la esperada con unos 223km a 950km de apogeo (unos 500km menos de lo calculado). Aun así el pequeño satélite se mantuvo en órbita.
Los ingenieros se tomaron 90 minutos antes de avisarle al premier de la URSS, Nikita Kruschev, si habían tenido éxito o no. Apenas llegó la primera telemetría y pudieron corroborarla hicieron el llamado a sus superiores.
La Sputnik 1 fue una misión totalmente exitosa, aun sin la altura calculada dio unas 326 órbitas hasta que se agotó la batería, siempre emitiendo su señal. Luego de tres meses cayó de la órbita habiendo girado al planeta unas 1440 veces. El booster principal del R-7 duró dos meses en órbita.
Desde el punto de vista de la propaganda fue tal el éxito que los altos cargos de la URSS pusieron un ojo en la idea "científica" del espacio. Usar los logros como una máquina de propaganda y difusión, la idea de que el comunismo era mejor que el capitalismo, la verdadera carrera espacial había comenzado con un triunfo rotundo para ellos.
Pero es curioso remarcar que no lo utilizaron inmediatamente para este fin porque temían que al dar demasiados detalles los norteamericanos pudieran sacar algo en concreto y adelantárseles.
Inicialmente en el resto del mundo la prensa cubrió el suceso con sorpresa, júbilo y casi diría aplausos, para el lanzamiento de la Sputnik 2 (con la perra Laika) la cosa volvió al usual anticomunismo de la época.
Los norteamericanos tuvieron que esperar al lanzamiento del Explorer I, el 1 de Febrero de 1958, para ponerse a tiro. No era que el Sputnik los había sorprendido, los vuelos secretos del avión U-2 habían mostrado el avance y la administración de Eisenhower estaba al tanto, pero el impacto político se sintió fuertemente.
Como fuere este lanzamiento exitoso provocó lo que se dio a llamar "Crisis Sputnik" porque hasta el momento las potencias occidentales creían que la URSS estaba muy por detrás tecnológicamente que ellos.
A la larga esto terminó siendo cierto especialmente con el desarrollo de la electrónica, pero no tanto con el de cohetería, ahí la URSS mantuvo su ventaja hasta mediados de los años 60.
Una curiosidad del Sputnik es que un par de científicos, William Guier y George Weiffenbach, pudieron corroborar que con el efecto doppler de la señal del Sputnik y conociendo su órbita era posible triangular la posición del escucha. A la larga, y cuando empezaron a aparecer procesadores portables. Estas investigaciones dieron lugar al sistema TRANSIT y esto derivó en el actual GPS.
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