El Skandalkonzert de Viena

31/03/2020 - 10:30:00 por Fabio Baccaglioni - 3697 - 5 - En Música

Imaginen un concierto en el cual la música sea tan escandalosa para los presentes que termine todo en una gran trifulca. No hablamos de Rock & Roll, tampoco de Heavy Metal, no sólo se trata de madres preocupadas por el futuro de sus hijos sino todo tipo de adulto reaccionando ante tamaña obscenidad.

Es tal vez la historia más vienesa que puede existir porque si semejante conflicto se podía dar no era con música actualmente moderna sino con lo que era moderno en la música de cámara de... 1913!!

Un 31 de Marzo de 1913 se dio el Skandalkonzert, un escánadalo épico donde los asistentes al show terminaron a las piñas entre ofendidos y defensores de "lo nuevo" que venía a deconstruir lo establecido. Suena conocido porque nos creemos re modernos y que somos super revolucionarios pero hubo muchos movimientos antes de nosotros y que dejaron una huella mucho más profunda.

El promotor artístico Erhard Buschbeck había organizado un espectáculo donde el famoso director Arnold Schönberg iba a conducir una serie de obras expresionistas que se alejaban totalmente de lo que era lo "establecido" en la época. Eran tan distintas y rompían de tal forma el molde de lo clásico que no eran precisamente aceptadas por prácticamente nadie del establishment. Pero, como es de imaginar uno, los más jóvenes y revolucionarios de la época acompañaban la idea con entusiasmo.

Esta música experimental podría compararse con la psicodelia de los 70s o el Rock&Roll que movía a las señoritas y fomentaba el peinado con copete de los 50s, sólo que era Viena y como tal todo debía suceder en un ambiente de música clásica, música de cámara, violines, violas, lírica y una necesidad de salir del molde tan ajustado que se tenía en el ambiente.

Schoenberg tomó las obras de sus pupilos más avanzados, Anton Webern y Alban Berg, y de su cuñado Alexander von Zemlinsky además de sus propias obras pero ya desde el comienzo con las obras de Webern hubo problemas. Al público parecía incomodarle no sólo la obra sino la duración de las piezas. En una época donde se esperaba que los músicos no se detuvieran por muchos minutos estas no eran precisamente largas.

Pero eran las armonías, las estridencias y los sonidos inusuales los que más incomodaban ¿Qué locura era todo eso que sonaba? las piezas de Alban Berg eran más cortas todavía y con sonidos tan extremos para la época que la audiencia no aguantó más: estalló la furia.

Aunque sea poco creíble volaron golpes de puño, no pocos, a tal punto que empezaron a romper el mismísimo teatro, la Wiener Konzertverein. Hasta el organizador Buschbeck se vio envuelto en la trifulca, algunos dicen que con Strauss mismo, pero seguramente por la frase que este último dijo luego de la escandalosa noche: "el puñetazo que se ligó Buschbeck fue lo único que sonó armonioso en ese concierto".

El que peor salió de todo esto fue, curiosamente, el compositor Alban Berg, su obra nunca más volvió a tocarse hasta recién 1952 y las partituras completas no aparecieron imprentas hasta 1966.

Las noticias llegaron a todo el mundo y ocuparon las primeras planas artísticas hasta que dos meses después se dio la premiere de La consagración de la primavera de Stravinsky que fue tan avant-garde que también provocó escándalo y dejó al Skandalkonzert en segundo plano.

PS: Sabían que durante ese mismo año Stalin, Trotsky Tito, Freud y Hitler vivieron en Viena? Claro! no era precisamente un lugar sin conflictos y no sólo estaban las mentes más alocadas de la política, también de la música, el arte, la filosofía, era una época especial para la capital austríaca.

Fuentes: 1, 2, 3, 4