Diocleciano y los precios máximos

02/05/2023 - 10:30:00 por Fabio Baccaglioni - 1876 - 4 - En Historia

Cuando los gobiernos de mierda empiezan con el control de precios para tratar de lidiar con la inflación suelen fracasar miserablemente. Es imposible que funcione atacar la consecuencia y no la causa.

Pero no es un invento nuevo, para nada, un ejemplo de un intento hace varios siglos proviene del Imperio Romano mismo cuando Diocleciano intentó la misma fórmula... y fracasó, como era de esperar.

Diocleciano y la devaluación

Diocleciano gobernó el Imperio Romano desde el 284 al 305, pero no solo, primero sumó en 285 a Maximian como co-emperador encargándose éste de la región occidental y Diocleciano de la oriental. Más adelante sumó a otros dos co-emperadores de menor rango pero igual con título de césar creando la tretarquía.

Reformó al imperio en diversos aspectos, cuando era joven estaba casi colapsado y gracias a su gestión se podría decir que sobrevivió doscientos años más, modificó el sistema impositivo, mejoró e incrementó la burocracia imperial, creó centros administrativos más cercanos a las fronteras en vez de la centralización en Roma y reorganizó provincias.

Pero la crisis del siglo tres , que finalizó gracias a su gestión, también había dejado un problema: devaluación.

Desde Nerón en adelante las monedas de plata romanas habían ido perdiendo su contenido en metal preciado y llenándose de otros para formar una aleación que, para el año 300, ya casi nada tenía de plata.

El Denario es un ejemplo de esto, emitido por primera vez en el 211 antes de nuestra era pesaba 4.55 gramos con una pureza del 95% al 98% de plata.  Para el 241 de la era moderna el denario pesaba 3.41 gramos con una pureza del 48%.

En 274 Aureliano lo pulverizó con un 5% de plata, podríamos decir que tenía un "contenido anecdótico de plata" porque rehizo todas las monedas como pudo y se basó más en la idea de las monedas actuales, confiá que seguro que vale lo que te digo que vale. Devaluación fuerte.

Para entenderlo en cifras, entre la república romana y el comienzo del imperio la moneda había sufrido una devaluación del 300%, pero entre el comienzo del imperio y Diocleciano se había desfasado un 6300%.

Si lo comparamos con países como Argentina o Venezuela los romanos no la pasaron tan mal con las devaluaciones, al fin y al cabo hablamos de CIENTOS de años para semejante devaluación, pero estamos hablando de monedas que basaban su valor en el metal que las componía. Guerras y obras monumentales le fueron bajando la calidad y por ende el valor.

El edicto de precios máximos

Como Diocleciano ya se había embarcado en reformar las monedas para estabilizar su valor le quedaba otro problema: frenar la inflación con una ley, un edicto de precios máximos.

¿A quién apuntó? El edicto de 301 fija la mira en los "monopolistas" y les establece precios máximos a los productos escenciales. ¿Les suena conocido?

Según el emperador el precio de los productos lo ponían los comerciantes que subían los valores para ganar más y más a costa del pueblo del imperio. 

Al igual que en la actualidad los precios subían porque, en realidad, el precio de la moneda romana bajaba. Sin metal precioso en su contenido real el valor era tan discutible como su utilidad. 

Lamentablemente el texto completo del edicto se perdió en el tiempo pero todavía hoy se conservan partes de él que es lo único más o menos decente que sobrevivió en texto legislativo de la tetrarquía. Hay suficiente como para entender cómo funcionaba,

Todas las monedas, según el edicto, basaban su valor en el denario que Diocleciano esperaba reemplazar con un nuevo sistema basado en el argento de plata y sus fracciones.

El argento serían unos 100 denarios y luego había equivalencais para los nummus a 25 denarios, el radiate de bronce a 4 o 5 denarios, el larueate de cobre 2 denarios y el aureo de oro a 1200 denarios. Todos estos con nueva "cara" como cuando se emite un billete nuevo en nuestros tiempos.

El edicto duplicó el valor del cobre y ordenó la pena de muerte a ventajeros y especuladores quienes eran culpados por la inflación al nivel de los bárbaros que atacaban el imperio.

Los mercaderes tenían prohibido vender sus productos por fuera de su negocio a otro precio que el oficial, los precios del transporte no podían ser usados como excusa para el aumento de precios (!)

En el último tercio del edicto, dividido en 32 secciones, se impone un techo máximo para ciertos precios (maxima) en un millar de productos, estos iban desde carne, grano, vino, cerveza, chacinados, ropa, zapatos, capas, cargos por transporte marítimo, sueldos mensuales, todo marcado por el edicto.

El límite máximo que podía costar algún producto era una libra de tintura púrpura (lo más caro) al igual que un león  😁 que eran unos 150.000 denarios.

¿Sirvió? Por supuesto que no! Para cuando Diocleciano renunció a su cargo (el primer emperador en hacerlo voluntariamente) en el 305 el mercado se pasaba de largo el edicto y vendía al precio real de la oferta y la demanda. Faltaban más de mil quinientos años para que alguien se pusiera a formular teorías sobre la economía, oferta, demanda, inflación y devaluación.

El emperador se retiró a su palacio, hoy la actual Split (si, la ciudad se hizo dentro del palacete que tenía en la actual Croacia), la tetrarquía fracasó y Constantino tuvo que reformular las monedas más adelante para darle nuevamente valor, y las reformas siguieron hasta Carlomagno cuando ya imperio no existía más, el mismo problema lo tuvieron todos los imperios y reinos que vinieron después.

No funcionó porque es imposible que no funcione, me sorprende ver que en pleno siglo XXI todavía existan este tipo de medidas que atacan la consecuencia pero no la causa de un problema.