La batalla de la Isla de May... hundidos sin rivales

18/07/2023 - 10:30:00 por Fabio Baccaglioni - 1714 - 3 - En Historia

La batalla de la Isla de May es una de esas grandes confrontraciones entre... bueno, más bien, entre nadie porque sólo había un beligerante.

Ni siquiera es una batalla, es un papelón gigante, pero como se hundieron un par de submarinos, se dañaron otros tres y dos cruceros más, claramente parecería una cruenta batalla, pero no, no había nadie más allí.

La "Operation E.C.1" era un ejercicio militar naval británico durante el 31 de enero y 1 de febrero de 1918. Era plena Primera Guerra Mundial pero para ese entonces la marina germana era un recuerdo lejano.

Aun así la Royal Navy tenía que mantenerse activa y justificar el sueldo, de esta manera planearon un ejercicio militar como tantos otros.

La mañana del 31 de enero unas cuarenta naves partieron de Rosyth, en el fiordo de Forth (Escocia) hacia Scapa Flow en las Orcadas donde los ejercicios se iban a realizar con toda la "Gran Flota" británica al día siguiente.

Entre las naves estaba el 5to escuadrón con tres buques de guerra y sus destructores escolta, el 2do escuadrón con cuatro buques y sus destructores más dos cruceros y dos flotillas de submarinos clase K cada una guiada por un barco de superficie.

Estos submarinos clase K estaban diseñados para operar junto a una flota de batalla y eran bastante grandes para su época con una eslora de 103 metros, poseían motores de vapor para poder ir a los 24 nudos típicos de los barcos mayores cuando no estaban sumergidos.

Las dos flotillas consistían en la 12va con el K3, K4, K6 y K7 comandadas por el capitán Chalres Little a bordo del crucero liviano HMS Fearless y por otra parte la 13va con los K11, K12, K14, K17 y K22 comandada por Ernes William Leir a bordo del HMS Ithuriel.

Se complicó

Bajo el comando del vice almirante  Sir Hugh Evan-Thomas a bordo del crucero HMS Courageous la flota levó anclas a eso de las 18:30 del 31 de Enero de 1918, llevando una ruta en línea recta de unos 48km, era seguido por el HMS Ithuriel y la flotilla 13, más allá los  HMAS Australia, HMS New Zealand, HMS Indomitable y HMS Inflexible junto a sus destructores, luego la flotilla 12 y  al final tres buques más y sus propias flotillas de destructores.

Con una velocidad inicial de 16 nudos el vicealmirante ordenó acelerar a 22 nudos llegando a la isla de May que estaba justo a la entrada del estuario.

Como una gran fila india cada navío estaba a 370 m del siguiente para evitar que los alemanes los interceptaran como un grupo, apenas una pequeña luz azul en la popa de cada uno y con silencio de radio absoluto, los barcos y submarinos avanzaron en la oscuridad.

Para las 19hs la flota superaba la isla de May y una tenue neblina empezaba a aparecer, pero, aquí comenzaron los problemas. Cuando la flotilla de submarinos 13 pasó la misma isla divisaron unas luces en el mar, posiblemente barreminas haciendo su trabajo por fuera de esta misión, y viraron rápidamente a babor para evitar cualquier colisión, el tercero, el K14 tuvo un problema con el timón y se le trabó durante seis minutos hasta que lograron destrabarlo y trataron de volver a su rumbo.

En ese entonces el K14 y el K12 que venía detrás de éste encendieron sus luces de navegación para reorientarse, el K22  había perdido de vista al resto de la flotilla por la niebla y se había desviado más todavía, el K14 logró liberar su timón pero a las 19:17 el K22 lo embistió cortando la proa y rompiendo la cubierta delantera, allí dos marinos murieron.

Ambas embarcaciones se separaron con cuidado mientras el resto de la flota no tenía idea de lo que había sucedido, allí el K22 abrió el silencio de radio y avisó al crucero que iba al frente que podía volver a puerto pero que el K14 había quedado maltrecho y a la deriva.

Quince minutos después se aproximó al área el siguiente grupo de navíos, el capitán del K22 lanzó una bengala roja para evitar que los embistieran pero no fue suficiente ya que el HMS Inflexible le dio de lleno al K22 a las 19:43.

El impacto dobló la mitad de la proa del K22 en un ángulo recto y destrozó tanto lastre como tanques de combustible, sólo quedó a flote la torre de mando.

Mientras todo esto se desenvolvía el capitán del Ithuriel, Leir, recibió el mensaje y le envió una alerta al Australia para que supieran detrás qué estaba sucediendo y evitar colisiones, viró y fue en búsqueda de los averiados submarinos. El mensaje fue enviado por el capitán a las 20:40 pero apenas se transmitió a las 21:20, un atraso burocrático y tecnológico que generó los siguientes problemas.

Al virar el Ithuriel y la flotilla de submarinos que lo seguían se encontraron con el segundo escuadrón de destructores de frente, casi impactan todos con todos teniendo que hacer importantes maniobras evasivas que de casualidad no terminaron en choques.

El HMS Fearless emitió sirenas de detención, el submarino K4 las escuchó y también se detuvo, pero el K3 no y le pasó muy cerca, el K6 en cambio lo embistió completamente partiéndolo a la mitad hundiéndolo con toda su tripulación y, en medio de todo esto, el K7 también lo impactó.

Para cuando la flotilla 13 llegó a la Isla de May se encontró con la 12va flotilla y con el Fearless a toda marcha de frente, éste impactó al K17 que se hundió en apenas ocho minutos y la proa del buque había resultado dañada con el impacto.

De los 56 tripulantes del K17 sólo nueve fueron rescatados por los destructores y uno murió poco después.

El HMS Fearless luego del impacto

Consecuencias

Tan sólo intentando salir del puerto en una operación nocturna la flota británica había perdido dos submarinos completamente, tres habían sido dañados y 105 hombres habían muerto, la "batalla" había durado 75 minutos.

A Leir lo enviaron a corte marcial y la "culpabilidad" se distribuyó entre los capitanes involucrados, pero todo se manejó con suficiente secretismo como para que los datos de esta "batalla" quedaran en el olvido hasta 1994.

En 2011 se encontraron los restos de los submarinos con sonar. La "batalla" deja en claro los riesgos de cualquier operación militar, usualmente mueren muchos soldados no en batalla sino por enfermedades y accidentes.

Operar con grandes maquinarias que no son precisamente seguras, son armas, combinadas con los nervios, el estrés y la falta de comunicación puede terminar en desastres como éste o fuego amigo, muy comunes, muy controvertidos y que sólo son evitables con mucho entrenamiento y coordinación.

Fuentes: 1, 2, 3, 4, 5, 6