Patente de Corso

En los siglos XVII y hasta el siglo XIX era usual que los gobiernos otorgasen “patentes de corso”. Los corsarios asolaban las vías marítimas de los países enemigos expoliando (de expoliar: Despojar con violencia o con iniquidad.) hasta agotar los recursos y postrar económicamente a la nación enfrentada. Hoy en día no existen tan literalmente los corsarios, ni siquiera los bucaneros o piratas (distintas acepciones del bandidaje naval) pero si una fraternidad que tal cual la mítica “Hermandad de la Costa” salen a “sablear” (1. tr. coloq. Sacar dinero a alguien dándole sablazos, esto es, con petición hábil o insistente y sin intención de devolverlo. U. t. c. intr.) a los desdichados que como en el caso a continuación relatado, les deseo contar y que seguramente no es ni original ni único.

Nota original Aqui



Una pareja esta por tener su primer hija en la ciudad de Corrientes. Después de pasar por la asistencia publica y en aras de la teorica gratuidad sanitaria gubernamental, sufren al decir de Hamlet en su monologo “las injurias de la administración”(“Ésta es la consideración que hace nuestra infelicidad tan larga. ¿Quién, si esto no fuese, aguantaría la lentitud de los tribunales, la insolencia de los empleados, las tropelías que recibe pacífico el mérito, de los hombres más indignos, (.....) las injurias y quebrantos de la edad, la violencia de los tiranos, el desprecio de los soberbios, cuando el que esto sufre pudiera procurar su quietud con sólo un puñal?”) Por ello deciden hacer un esfuerzo y pagar anticipadamente una clínica privada, que jamas diremos es la Clínica del Iberá y cuyo domicilio nunca mencionaremos que es Córdoba al 420. Hasta allí la cosa esta bien. Como el parto será natural, no por cesárea, según indican todas las pruebas (4 ecografías y varias consultas obstetricas) se opta por esta modalidad de pago, pues si es una operación cesárea se deben abonar otros cargos.

Se abona el jueves y el sábado de madrugada se adelanta el parto. La joven mujer presa de fuertes contracciones muy dolorosas acude a la guardia. Un desaprensivo facultativo de esa Clínica Después de mirar si había dilatación, la remite nuevamente a su domicilio por escasa. Claro esta que después de cobrarle diez pesos por la molestia de haberle privado del sueñito.

Primer sablazo: cobran las veces que se va a consultar si se debe internar o no la parturienta. Pese a que ya estaba todo pago.

Como ambos no desea hacer un “casus belli” de esta cuestión, mas calificada como miserable que de un vulgar robo a mano armada, regresan a su casa mientras el marido piensa “Algo no funciona aquí”. La joven mujer sigue padeciendo intensas contracciones y dos horas después regresan pero de un humor ya muy distinto. Esta vez el facultativo -El Dr 10 pesos- presintiendo que el ambiente estaba espeso y ante el esposo, el padre y la madre de la mujer, admitió que “ya estaba lista” y que había roto las fuentes. La fuerte sospecha de la madre de la joven mujer es que el Dr 10 Pesos aparentemente rompió la bolsa al hacer el tacto. Quizás no sea así pero la sospecha quedo flotando en el aire como el olor de la pólvora de los diez cañones por banda de la canción pirata.

En medio del sufrimiento de la joven mujer inopinadamente entra una enfermera con UN PAGARE EN BLANCO para que la parturienta, seguramente con toda sus luces y sin presiones de ningún tipo, FIRME. La joven mujer esta dolorida y desesperada pero no es estúpida y saca con cajas destempladas a la enfermera de proceder tan humanitario. Paso por delante del padre -quien vio el pagare en blanco y se le subió la mostaza a la cabeza y estaba a punto de un escandalete- cuando el suegro lo refreno sabiamente. Curiosamente nadie le ofreció firmar a él ese pagare, seguramente PORQUE NO ESTABA DOLORIDO NI ANESTESIADO POR LA URGENCIA, es decir podía darse el lujo de pensar y tomarse un tiempo.

Por lo menos esta vez el Dr 10 Pesos no pretendió cobrarle.
Segundo sablazo: el proceder no muy claro del facultativo, la poca delicadeza de apretar a una mujer sufriente en su primer y especial parto cuando ya estaba todo pagado.

Llega la Dra de cabecera de la joven mujer, una dedicada obstetra que le ha estado atendiendo por meses y de la cual la pareja posee plena confianza. Se revisa y se descubre que a pesar de las terribles contracciones no hay suficiente dilatación, que la bebe no esta “encajada” en la pelvis dispuesta a recorrer el canal de parto. En base a la ultima ecografía la doctora determina que una vuelta del cordón umbilical en el cuello podría ser la causa probable de esta anormalidad. Ante la disyuntiva del agotamiento de la madre en la labor de parto o de consecuencias mas graves para la bebe, consulta y decide con la pareja la inmediata cesárea.

El padre desea pasar al quirófano y ademas de estar acompañando a su esposa grabar en video el nacimiento de su primogenita, cabe aclarar que es un derecho garantizado por el uso y que ademas en la forma de aceptación de la Clínica está claramente explicitado tal situación. Pero ocurre la paradoja que si no es Doctor no puede pasar. Una clara violación a los derechos de padres y madres en un momento tan especial. Por suerte el esposo es doctor... en filosofía y letras. Y pasa. Dentro de la sala la obstetra y su equipo proceden con diligencia en una operación que es -por la experiencia del esposo que ha presenciado y filmado varios partos y operaciones – un modelo de eficiencia y humanidad. La joven madre en un breve lapso posee a su hijita en sus brazos. Al rato terminan todos (madre, hija, esposo y suegros) en una habitación en la planta superior de esta Clínica.

Al otro día el esposo acude a la administración a pagar la diferencia que supone por la cesárea. Lo atienden con cortesía. Explica la cuestión y espera cargos por un monto razonable. Nada mas alejado de ello, el total se incrementa casi al doble. No solo por la habitación (¿en que diferirá una de parto natural de cesárea? Son idénticas, una cama y un soporte para el suero) Por medicamentos (el doble) obviamente el anestesista y dios sabrá que mas...

En sí esto no es malo, es previsible y el esposo esta dispuesto a afrontarlo, cuando imprevistamente la administración le aclara que debe pagar indefectiblemente ese mismo día al mediodía. Eran las ocho de la mañana de un sábado. Esta “apretada” digna de la mafia palermitana o neoyorquina no figuro jamas en la saga de El Padrino, pero debería. Por suerte sus suegros acuden económicamente en su ayuda y salvan esta dura prueba. Es difícil describir cuando una persona se siente menos que miserable en el momento en que debería ser feliz porque habiendo nacido su hija le están poco menos que coaccionando (Del lat. coact?o, -?nis.1. f. Fuerza o violencia que se hace a alguien para obligarlo a que diga o ejecute algo.) y hacerles, un acto de bucanería injustificado. Insisto: no le dijeron “el lunes pasa y paga” sino ese mismo sábado a las ocho de la mañana “tenés hasta el mediodía”.

Ha quedado la duda ¿Que pasaría si no pagaba? ¿Le quebrarían las piernas?¿O le retendrían a su hija hasta que trajese el dinero?

Sin embargo jamas podrían darle hasta el lunes para pagar. La razón es evidente y sencilla: el pago de la cesárea solo da hoteleria hospitalaria (nunca peor definido esto) solo por mentirosas 48 horas o dos días, como dice el papelito. ¿Como es esto? Muy elemental. Entraron el sábado a las 4 Am, deberían tener por lo menos hasta el lunes 4 AM. Pero la gentil administrativa aclaró que debían desalojar la habitación a mas tardar el domingo a la tarde...

Tercer sablazo: apretada, “paga ya o te mandamos a los muchachos” y desalojo compulsivo.

El marido se traga el asunto, no es cuestión de angustiar a la joven madre, y regresa a la habitación para hacer de cuenta que estaba feliz. No lo estaba. Estaba furioso y no lo podía manifestar.

En los “dos” días jamas se lavo el piso de la habitación compartida, tampoco se cambiaron las sabanas -manchadas increíblemente con sangre de la joven mujer- ni tampoco se vació el cesto de desechos del baño, colocaron toallas desinfectadas ni siquiera jabones. La lúgubre habitación carecía casi por completo de luz natural; era literalmente una cueva. Había luces pero no alegraban el ambiente sino que lo hacían mas opresivo y artificial. No se vio ni un matafuegos, salida de emergencia o plan de contingencias en caso de evacuación ni nada de nada que no fuera un poco de ambientación posmo en el pasillo e incomodidad para quienes se quedaron a acompañar a la parturienta, pues la adicción de una mínima comodidad suponía un incremento en el precio.,
Las criaturas recién nacidas también compartían habitaciones con sus madres, no hay nursery ni instalaciones especiales para su atención, solo una pequeña enfermería que se llega transitando por el pasillo -abierto a todo el publico y gérmenes-
,
Por suerte no había televisión (¿quien diablos puede ver tele en un momento así?) pues es sabido que en otras clínicas suelen ponerlas con un dispositivo al cual hay que alimentar con una moneda de un peso por hora...

La comida fue espantosa. Solo calditos, medidos y misérrimos. Jamas otra cosa, por ejemplo un puré o una gelatina. Y era curioso porque las bandejas con alimentos algo mas sustanciales (pero no menos “hospitalarios”) pasaban de largo. Consultada la obstetra, aclaro que ella no había echo ninguna indicación de dieta. ¿Habrá alguna razón medica? Seguro que si, pero algo hace suponer que hubo mas que nada una Atención desprolija en ese sentido, y si bien no se esperaba un banquete pero si al menos algo sustancioso. Atención de primera y de segunda...

La pareja apenas pudo irse, el mismo domingo antes de la tarde apenas obtenida el alta. Como diría el tango “para nunca mas volver”. Es mas saludable reponerse en casa que en la cueva de Ali Baba y sus Doctores 10 pesos.

El lunes el esposo regreso, quien sabe con que cara, a reclamar la devolución de medicamentos. Pues la gracia es que se paga una exorbitancia en concepto “preventivo”. Misteriosamente se le devolvieron 39 pesos y se le aclaro que tan solo habían gastado 211 pesos.

¿En que? El suero de dextrosa sale alrededor de 3 pesos en las farmacias, el antibiótico y los escasos analgésicos que se le adicionaron al suero apenas monedas; las gasas y cinta adhesiva (solo una desde el parto hasta el alta) menos aun y los gastos de desinfectantes seguramente no serán tan elevados como para cubrir la diferencia. Cabe aclarar que la anestesia y los honorarios del anestesista fueron aparte (y pagados gustosamente)

Cuarto sablazo: las miserias y economías, cargos inflados en medicamentos o cuando menos poco claros. Si querían cobrar mas -pues esa es la única cosa que les importa- al menos podrían ser sinceros. No hace falta fingir amor a la humanidad ni siquiera apegarse al código hipocrático, una bella entelequia a estas alturas,al menos en esa Clínica.

Y el cierre. Antes de irse traen una encuesta sobre distintos aspectos de la Clínica del Iberá. Atención medica, administrativa, enfermería, servicios etc. No se completo porque esa encuesta es para alcanzar una certificación ISO que requiere constante auditoría. No la merecen, no con un medico que atiende displicentemente (1. adj. Que desplace, desagrada y disgusta.2. adj. Desdeñoso, descontentadizo, desabrido o de mal humor. U. t. c. s.) en la guardia u otro que entra a la habitación de las parturientas a los gritos como si fuera un boliche de campo creyendo que esa practica es sedante amén de todas las situaciones de mezquindad y rapacidad aludidas anterioremente Las enfermeras actuaron bien y diligentemente, junto con el personal de servicio fueron amables, atentas y corteses, en definitiva lo único que salva a esta institución de estrellarle un avión bomba cuando este reunida su junta directiva.

¿Por que esta pareja no fue a un hospital publico? Porque pagaron por Atención y comodidad. No recibieron ni una ni otra. La avaricia y rapacidad del sistema medico en general es terrible, manifestada en comentarios en voz baja -no hay que ofender a la cofradía de la “Hermandad de a Costa” pues nunca se sabe cuando hay que volver a verlos- en todos lados es igual o peor. Hay profesionales (entre los que se excluyen a la obstetra, a la pediatra, a la instrumentista y al anestesista que trabajaron en equipo en el parto de esta historia) que JAMAS VEN NI VERAN el sufrimiento ni el dolor ajenos, ven solamente la posibilidad de sacarles (a uds, a nosotros, a todos) el “bono”, los 10 pesos, la ventajita económica misérrima y empobrecedora de la condición humana. No hay excusas para ellos, eso no es la profesión medica (que posee brillantes excepciones en todos lados, pero prevalece lo otro) es la miseria que sale del alma, la explotación cruda y sin mascaras de la codicia y el desinterés humano. Y no se engañen, estimados lectores, esto se ve por igual aunque vayamos a un hospital publico, allí también el sufrimiento de las personas es solo números. Ya ni siquiera es cuestión de dinero, solo de inhumanidad A ellos esta canción de la infancia...

Por diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,,
no navega sino vuela,,
mi velero bergantin...




Posdata: El mundo es injusto, pero no por ello debemos dejar de pasar las cosas.

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Comentarios

  • marina (y a mi que me daba impresion el parto...)     12/05/2006 - 10:44:40

    terrorifico. cuanta gente capaz de arruinar un buen momento...
    quisiera creer que en la vida "todo vuelve", y que esta gente recibira lo que dio. :|

    por otro lado: me gusto mucho tu postdata.

  • edwin     12/05/2006 - 11:17:21

    No lo arruinaron Marina porque esa pareja esta feliz igual, pues han sabido separar la bronca del acontecimiento. Pero es triste porque mucha gente no esta preparada para esto y sufren inutilmente. Gracias por tus comentarios

  • Esteban     12/05/2006 - 11:34:10

    pasa lo msimo en todos lados...y lo peor es que muchas veces no solo estafan a la gente, sino que le hacen vivir condiciones infrahumanas (como las describiste muy bien vos). ademas esta estafa que se la hace descaradamente a la gente tambien la comenten contra las obras sociales (prepagas, estatales o de los gremios) dejandolas casi en la bancarrota por cobrar cifras siderales por internaciones casi ambulatorias en algunos casos...
    por otar parte, tu comentario acerca de las trabas a que el padre este presente en el parto es muy oportuna, ya que por estos dias se celebra el dia del paro humanizado (o algo asi) ademas la ley 25.929 consagra ese derecho y tambien el derecho a no sufrir intervenciones no deseadas (episiotomia o cesareas innecesareas (aca se vio que se cobra mas por una cesarea))
    bueno, me dejo de divagar por temas legales y sociales y te felicito una vez mas por tu excelente redaccion que hace de un tema lamentablemente cotiano una delicia intelectual...

  • Laura     12/05/2006 - 13:17:27

    Perdon la interferencia, pero lei el titulo, Edwin y me acorde de la puertita verde de la que sigo esperando una foto...
    Media pila, viejo! Guiño

  • Mao     12/05/2006 - 14:35:02

    Edwin. Que bien transmitiste esta "epopeya".
    Vemos sin dudas aqui un evento cotidiano. Se pondera mas, ciertamente por el ambito en donde se desarrolla ..y aqui es en donde queda mas en evidencia la desconsideracion y la idiferencia de nuestros projimos.
    Ahora, seamos sinceros: clinica = COMERCIO. Digo yo, hay otro "rubro" en donde lo veo mas mercantilista y hasta agresivo. Me cai de espaldas cuando conocidos mios me han comentado los fees que te cobran en las iglesias para los casamientos. Es una verguenza, como puede ser que una institucion financieramente saludable como esta, aseste este tipo de "sablazos" a sus fieles. Ahhh por supuesto que este pago no es VOLUNTARIO.

  • Cattel     12/05/2006 - 14:40:40

    En la parte del "apriete" pensé que en un lugar así no creo que tengan reparos en hacer compra venta de bebés. Realmente terrorífico como decían por ahí, kafkiano.

  • Danbat     12/05/2006 - 16:21:36

    Vaya. El tema de la salud comercial es bien sabido desde hace tiempo. Acá para atenderte en cierta clínica del Km 1 de Bustillo (no diré que es la San Carlos) tenés que entrar con un maletín lleno de dinero para pagar las doscientas cosas que te piden. Hoy en día esta clínica está siendo vencida por el HPR u Hospital Privado Regional, cuyo director tiene un prontuario de varios muertos bajo las ruedas de su 4x4 (y varias mujeres estériles por malas praxis como ginecólogo).

    Han habido otras clínicas más sociales, pero todas quebraron. La medicina es un negocio raro y muy truculento. Curiosamente, el hospital público de acá tiene un sector de neonatología muy bien puesto, muy eficiente y que si hilamos fino, anda mejor que varias clínicas. Unos amigos que no podían pagar un parto doble de mellizos fueron ahí y no salieron muy espantados.

    Y con respecto a la puerta verde, es cierto, habían promesas de fotos (a esta altura puede ser de cualquier puerta verde, total nunca lo sabremos).

  • MaxD     12/05/2006 - 16:35:48

    Me sumo a los comentarios sobre lo lamentable de esta historia y al hecho de que no es una excepción.

    Realmente te felicito por la calidad literaria del texto, impresionante. Guardala para tu propia versión de la "Historia universal de la infamia"

  • Jordi     12/05/2006 - 21:32:48

    Hijos de puta!

    No se ajusta el insulto a lo que son, pero es que me sale así :P
    Saludos!

  • cesarino     16/05/2006 - 17:58:55

    de que se sorprenden? Estas cosas pasan seguido en el interior. Desde Bs As No se ven. La de cosas que no se enteran en la burbuja de Bs As. Y a la misma gente no le interesa defenderse. Una vez tuve problemas con unos docentes de una escuela que a mis palabras de "hay que respetar la constitucion" me contestaron con "aca no importa la constitucion", y eso que era una escuela. En fin, asi esta el interior.

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