Emigregeneración

Emigrar no es para cualquiera. Suena obvio, pero debería ser más decisivo de lo que es, para aquellos que consideran la posibilidad. O al menos más importante de lo que parece ser, en el balance de la decisión que muchos toman.

Emigrar le afecta la cabeza hasta al más decidido, y al menos decidido lo quiebra profundo. Ahora, no quiere decir que uno no puede recuperarse, pero si las circunstancias encima tienden a alejarse exponencialmente del ideal, pues va a ser bastante poco probable.

Dicen que emigrar solo por motivos económicos no es lo mejor, y sin embargo también es la principal causa para tomar la decisión.

Dicen que elegir el destino porque se habla el mismo idioma no es lo mejor, y sin embargo es otra razón muy común.

En realidad “dicen” muchas cosas, pero no todas sirven para cada caso en particular. Y esa fue la reflexión que me puso a escribir esto.

La experiencia de emigrar es tan diferente como personas hay emigradas.

Nota del editor: Este artículo fue escrito por Marina, lectora del blog desde sus comienzos, quien emigró hace unos pocos años y tenía ganas de contar un poco sobre su experiencia.

Pero como la decisión de emigrar, el lugar hacia donde hacerlo, y el momento son tan complejos de cuadrar y elegir, lo más usual también es buscar a otros que con su caso apoyen nuestras conjeturas y suposiciones. “Big mistake. Big. Huge” decía Julia Roberts en Pretty Woman.

Pretty Woman - Big Mistake

¿Puede la experiencia de otro darte una somera idea de cómo va a ser tu propia experiencia? Mmm… diría “quizás”. ¿Podrías basar tu forma de criar a tus hijos en lo que otros cuentan, como guía? Probablemente digas que eso te da un ejemplo, pero ciertamente no será una regla (los que no tienen hijos piensen en la experiencia de vivir solos versus la que tuvieron sus amigos, a cada uno le afecta distinto).

Yada-yada-yada. ¿Adónde querés llegar?

Ciertamente no pretendo jugar de influencer de migración o vender servicios de gestoría de papeles, así que si llegaste hasta acá para eso mejor que busques en otro lugar.

Si estas considerando esta idea, pero no sabés por donde arrancar, y como obsesiva del planeamiento en todo aspecto de la vida, yo iría por varios puntos principales que paso a elaborar…

Empezaría por la famosa lista de “pros y contras” respecto del migrar en sí mismo. Hay muchos temas por considerar y es difícil dar ejemplos porque cada uno pondría el mismo tema tanto de un lado como del otro (ej. Tener la familia lejos para muchos puede ser una herida que nunca se cierra y para otros una bendición).

Incluso esa lista puede ser personal, y haber otra familiar/de pareja con la que compatibilizar. Ya este paso solo debería ser algo pensado y procesado con tiempo y calma. A veces incluso la lista cambia con el paso del tiempo, cuando alguno de los temas se hace más apremiante o deja de ser tan molesto o idílico.

Poné todo aquello que te haya despertado el deseo de considerar este plan, y lo que más obviamente pueda considerarse un obstáculo. Después irás afinando, pero el propósito es al final que lado de la lista pesa más.

Igual mientras trabajás en la lista nada impide que des otros pasos en este supuesto plan que estamos imaginando. Por ejemplo, empezar a fantasear con el lugar donde emigrar.

Digo fantasear porque acá se van a jugar muchas expectativas que en un alto porcentaje no coincidirán con la realidad. Tu caso puede ser el de alguien que fantasea con un lugar porque lo conoció como turista, porque vivió brevemente ahí en otra ocasión o circunstancia, por lo que le contaron sus contactos cercanos, o por lo que leyó o vio en algún lado. En cualquiera de estos casos voy a atreverme a decir que eso no va a coincidir con lo que vivirás si finalmente emigras allí.

Aún si tu conocimiento del lugar se obtuvo en primera persona, nunca serás la misma persona que cuando estes 100% expatriado. La cabeza juega distinto cuando la certeza de haber dejado tu país atrás toma protagonismo. Entonces, por eso insisto con fantasear.

Y ahí, siempre en términos de planeamiento, es cuando es útil otra herramienta: armar escenarios. Esto no es nada más que pensarte en ese lugar elegido en términos de un escenario pesimista, uno neutro, y uno optimista. Armarlos no es ciencia: en el pesimista nada sale como te lo imaginaste, en el neutro hay cosas que serán fáciles otras que te complicarán la vida, y en el optimista todo sale como lo pensás y aún mejor.

¿Qué haces con los escenarios? Bueno, te planteas si serías capaz de soportar el neutro, y de superar el pesimista. Pero tenés que ponerle toda la creatividad que tengas, y también la sinceridad de conocerte, teniendo en cuenta como reaccionás cuando las cosas se te complican.

Voy a hacer una aclaración acá y dejar en el centro de la discusión que emigrar es, 100%, una cuestión de la interacción de tu entorno actual con tu estado mental/emocional (no, no soy psicóloga, dejémoslo claramente en blanco y negro, ni pretendo hacer un análisis de la psicología de un posible migrante porque, como dije antes, cada uno es un mundo).

Mucho se ha escrito y dicho sobre el hecho de que uno no puede escapar de sus problemas solo con cambiar de domicilio, así que no voy a profundizar, pero espero que acuerdes conmigo en que es cierto.

Entonces, con esto del combo entorno-psique y lo de los escenarios, podemos hacer una linda introspección y, más o menos, evaluar si ese lugar de ensueño es un buen “match” y le hacemos “swipe” (😉).

Para, pará… no busques el pasaporte aún que esto recién empieza. Porque en realidad te sugiero (siempre desde esta especie de charla informal que no pretende ser un asesoramiento) que no definas aún UN sitio en particular sino un “top 3”, digamos. Más que nada pensando en la facilidad de emigrar que tengas en cuanto a visas, ciudadanías, residencia legal, y permiso de trabajo, entre otras cosas.

Entonces, con ese Top 3 y la planeación como metodología, lo siguiente es ponerse en modo enciclopédico y buscar la mayor (y mejor) cantidad (y calidad) de información relevante sobre los destinos de tu lista.

Y acá te vas a encontrar la primera trampa caza-bobos del camino migratorio: los expat-gurús.

Expat Gurús

Sin dar nombres hay mucho chanta vende-humo online hablando del tema (mírame a mi sino 😜). El problema es que a veces es difícil separar la paja del trigo y podés cagarte la vida si seleccionas mal tu fuente de información (posta, cagártela mal).

Lo que puedo decir al respecto es que lo más acertado me parece juntar data de lugares y perfiles diversos, y luego sacar tus propias conclusiones. Si, esto no es conseguir a alguien que te diga qué hacer, cómo y cuándo, sino un laburito personal serio, si querés que salga lo mejor posible.

Ya sé, con esto no te ayudo mucho, pero esa es la idea. Lo que quiero es que los que están barajando la idea de emigrar se informen MUCHO y POR SU CUENTA antes de tomar la decisión sobre el lugar de destino. Podría sugerir temas o tópicos a investigar, a modo de guía: clima, situación política, desarrollo económico, mercado laboral, disponibilidad de viviendas, nivel educativo, sistema de salud, dialectos locales/regionales, recepción de la comunidad local para con los extranjeros, validez de los títulos universitarios, valoración de los oficios no formales, vida en las ciudades pequeñas/pueblos/islas, transporte público, peso de la cultura local en la vida diaria, religión primaria y minorías, burocracia y requerimientos mínimos para estar habilitado para trabajar, son los que se me ocurren.

Y después de esto puedo imaginarlos revoleando los ojos pensando “¡Que al pedo tanta cosa! No es necesario conocer X para emigrar…” bueno, en realidad justamente depende de tu caso individual. Vos sabrás que info te es útil y cual no te mueve la aguja, pero pensalo en términos de que toda tu experiencia de vida en tu país de origen, en gran parte, no te va a servir en tu país de destino, aun cuando puedan parecer similares a grandes rasgos. Ser un expatriado se siente muy parecido a ser un estudiante de primero de secundaria frente a los del último año. Un pendejo boludo, bah.

Y con esto en mente, aconsejo que siempre mantengas la cabeza fría cuando la info venga de otro emigrado en primera persona. ¿Viste esa frase de "Cada persona que conoces está peleando en una batalla de la que no sabes nada” o algo así? Bueno, en este caso quiero decir que cada uno va a darte información pasada por su propio filtro de sentimientos/expectativas/realidades. Estarán los del “optimismo tóxico”, que describirán la experiencia como enriquecedora no importa lo mal que la hayan o estén pasando y te dirán que lo hagan sin dudar, y los “pesimistas eternos” que nunca pudieron (ni podrán) superar el trauma y te meterán miedo aunque tengas todas a favor.

En este punto sobre todo es importante evitar pagar por cualquier tipo de asesoramiento, sobre todo porque la data que te sugerí recabar seguramente está disponible gratis en algún lado o incluso habrá alguien que quiera compartirte la fuente, si no pudiste encontrarla. Recordatorio: los sitios oficiales (.gov, ong’s, etc.) son siempre el mejor recurso.

Si llegaste hasta acá y no descartaste la idea, lo siguiente ya es más específico: los papeles.

Papeles

 “Pero pará… ¿y la plata? No dijiste nada de lo económico o la capacidad de solventar la movida migratoria” … y, es que de nada vale a esta altura saber cuánta guita disponible hay si no tenés alguna certeza de un lugar que te cuadre y un gobierno que te acepte. Entonces yo diría que, con lo anterior a mano, y más o menos reducido a pocas opciones, te metas a investigar los “papeles” que te van a pedir en tu destino de elección para vivir y trabajar.

De nuevo, acá los sitios oficiales deberían ser tu fuente principal para verificar los tipos de visa que se le exigen a los extranjeros, los adicionales (como un seguro de salud obligatorio), y los pasos legales para validar los títulos que te permitan acceder siquiera a una entrevista (puede ser el del secundario, alguno técnico, universitario, matriculación en algún colegio profesional, etc.). Además, revisar la vigencia de tu pasaporte (si es que ya tenés uno) y la posibilidad de tramitar otro (según la procedencia de tus ancestros).

También podés investigar la posibilidad de aplicar en algún “programa de promoción de especialidades formativas más demandadas” (cosa que puede tener distinto nombre según el país) donde los gobiernos convocan a profesionales de rubros específicos para cubrir puestos que localmente no pueden ser totalmente abastecidos, y por ello facilitan el acceso a visas de trabajo.

Ahora, pasar Aduanas es el primer paso, pero el siguiente es igual de importante y hay que conocerlo tan temprano como el anterior: la residencia legal en la ciudad de destino.

Según viajes solo o en familia, cada municipio/intendencia/alcaldía puede pedirte distintas cosas desde contrato de alquiler, un recibo de sueldo o contrato laboral, una certificación de fondos, la inscripción en una universidad local (si entrás con visa de estudiante), antecedentes penales, libreta de matrimonio y partida de nacimiento de los hijos, etc., etc.… Consejo: siempre es mejor pecar de exagerado a putear en lenguas muertas cuando te piden un papel que debías haber gestionado en tu país antes de llegar.

 Armate una carpeta con original y copia de todo. En este caso puede ser valido consultar a amigos o conocidos que ya hayan hecho el trámite porque de la experiencia suelen surgir nuevas “cláusulas” o trabas (en apenas meses) que los gobiernos ponen a los extranjeros a medida que ven que el número de pedidos de residencia aumenta.

Con el alcance de internet, y sobre todo después de la pandemia, mucho puede hacerse a distancia y online y algunas cosas incluso antes de llegar (como pedir turnos para iniciar residencia o abrir cuentas bancarias para la demostración de fondos).

En lo que a títulos universitarios se refiere, hay mucho por tramitar con cada institución, porque es recomendable (y muchas veces indispensable) tener analíticos, equivalencias y programas de carrera (o plan de estudios) además del título en sí mismo, y todo eso primero lo pedís en Argentina y después recién pasas al trámite de aprobación que tu país elegido exija (que quizás también puedas resolver localmente antes de viajar). Y si hablamos de los menores, la escuela tendrá que validar el grado/año cursado y aprobado, para después también ser aprobado por el Ministerio de Educación antes siquiera de salir del país.

Otro apartado, para aquellos que pretenden conducir en el país de destino: puede que pidan un histórico de manejo y faltas/multas, y hay que llevar el carnet actualizado (nunca vencido o a punto de vencer) para que se pueda tramitar un carnet local (con o sin la necesidad de incluso rendir igual un examen, o entregar un informe de aptitud física). Mientras esto se gestiona, normalmente se puede manejar igual con el carnet argentino por un tiempo.

Y encima de todo esto, si viajas con mascota, también tendrás otros tantos trámites para ella: microchip, certificado de buena salud, vacunas especificas según requerimiento, carrier/transportadora según especificaciones de la aerolínea, etc. (y tener en cuenta si vas a conseguir un departamento donde te la acepten, porque parece una pavada, pero a veces puede ser difícil encontrar propietarios abiertos a la posibilidad).

En fin, todavía ni compramos los pasajes y ya empezaron los trámites…

Pero justamente antes de comprar nada, mejor ver con cuanto contamos, ahora sí.

Ahorros e ingresos

Tener, a ciencia cierta y claramente, cuáles son los ahorros con los que podés contar debería ser fundamental y excluyente para decidir por sí o no, pero muchos eligen jugársela igual con lo que tienen (no soy de esos últimos, pero no vengo a juzgar tu situación).

Pensá que no solo vas a necesitar plata para empezar de nuevo sino todos los gastos que implica una mudanza internacional (aunque más no sea la cantidad de peso excedente que vas a cargar en el avión). Sellados, tramites, comisiones, escribanos y/o gestores, renovación de documentos, etc.… todo suma y se descuenta del número que pensabas que disponías.

A lo que tendrás en efectivo al momento tendrás que sumar una estimación de lo que se pueda agregar con la venta de, literalmente, TODO: auto, bici, propiedades, muebles, libros, ropa, relojes y joyas, herramientas, electrodomésticos, etc. Si, todo es vendible y te sorprendería cuanto suma al final. Hay un público para todo, desde tu vieja colección de CDs hasta los juguetes de los chicos. Se que a veces es difícil de estimar, pero incluso hay empresas que te organizan una especie de subasta de lo que tengas en tu casa, y ellos mismos antes que nada te visitan para evaluar si es negocio y de ahí podrás saber si es una suma relevante o no.

Por lo que, siguiendo esta idea de la organización concienzuda, te sugiero un Excel o similar donde vayas anotando lo ahorrado y los gastos supuestos. Podes hacer unas cuentas antes o una vez que comiences tu movida migratoria ir usando esa planilla para hacer un seguimiento de lo que vas gastando y lo que va quedando para llevarse en limpio.

Y en este momento vendrá un nuevo paso: como llevarse la plata. Infórmate de cuáles son los montos de efectivo por persona (adultos y niños) que se permite llevar encima al salir y al entrar de/a un país, y si te conviene hacer el cambio de divisa en tu país de origen o en el de destino (por la diferencia de cambio o simplemente por el valor que pueda tener tu moneda en el país de destino).

La otra opción (o adicional) es la transferencia bancaria, obvio. Normalmente tendrás que encontrar la forma de abrir una cuenta en alguna entidad bancaria que sea accesible en tu destino final. Hoy en día pueden ser bancos con sucursal física en el extranjero o incluso bancos digitales sin presencia física. La elección dependerá de muchas cosas, pero sobre todo de cuan fácil te sea volver a disponer de tu dinero una vez que lo necesites.

Además, para usar esa plata como aval para la residencia legal o incluso para acceder a ella en su totalidad y sin problemas estamos siempre hablando de un depósito TOTALMENTE EN BLANCO. El blanqueo de capitales es un crimen que muchos países castigan con ganas, así que no sería lo ideal “hacerse el vivo” … al menos si hablamos de grandes sumas. Como anécdota yo olvide declarar que mis hijos traían consigo sus ahorros del Ratón Pérez.

Ser sincero con vos mismo en la cantidad de plata disponible al momento de LLEGAR al destino es IMPORTANTISIMO para seriamente considerar la posibilidad de este deseo. Suena obvio, pero muchos creen que “con lo que tengo me sobra” y los imprevistos muchas veces son más caros que si sucedieran en nuestro país de origen. Y creeme que imprevistos vas a tener, y muchos.

Pensá que, por ejemplo, en muchos casos, para un alquiler pueden llegar a pedirte meses/año por adelantado. Acá es donde lo que hablamos antes sobre los escenarios debería ayudarte también. Lo ideal sería que puedas decir “con lo que tengo sería capaz de vivir X tiempo sin laburo”. Porque ahí está el próximo tema a considerar: la factibilidad de encontrar empleo.

En esto se juegan muchas variables: tus habilidades, tu experiencia, tus títulos, tu edad, tu estado civil (si vas como único ingreso o tenés pareja que pueda colaborar a la economía familiar), etc.

El mejor indicador es husmear un poco los portales de empleo que sean más populares en tu destino (filtrar país o ciudad para darte más opciones) y tanteas que se ofrece y si son puestos frecuentes en los buscadores. Por ahí eso te ayuda a afinar tu “Top 3” de lugares posibles para emigrar, si lo que podés concluir es que tu perfil es más solicitado en otra ciudad/región/país. Además, seguramente también puedas ver cuán importante es saber un segundo idioma o un dialecto local.

Y, aun así, si es que tenés la suerte de ser un candidato potable en muchas búsquedas, tené muy presente que en ese nuevo país tu experiencia en empresas de tu país natal quizás no sea tan valorada frente a candidatos con experiencia local. El derecho de piso se paga siempre, y quizás incluso tengas que considerar renunciar a tu “seniority” y buscar cosas en un nivel de responsabilidad (y sueldo) inferior.

Podés ir viendo ya en qué condiciones esta tu currículum, y si lo tenés traducido a otros idiomas. No me voy a meter en cómo o cual es el mejor formato porque cada “experto” dice cosas distintas, pero una vez más seguro encuentres online algún recurso para ayudarte a ponerlo en forma. Eso sí, infórmate al menos sobre cuáles son los requerimientos mínimos/usuales/obligatorios que piden en un CV según la cultura empresarial (o incluso la sociedad en general) porque hoy en día, y por la famosa inclusión, hay cosas que ya no son necesarias (como la foto) y otros detalles que si lo son (como si tenés algún grado de discapacidad).

Y vos mientras estás pensando: “¡No importa! Yo estoy dispuesto a trabajar de lo que sea ¡Esto es un proyecto de vida nueva!”, bueno si, que suena muy bien y me encanta tu actitud, pero que igual muchas veces hasta para el más simple de los empleos te van a pedir experiencia excluyente y, una vez más, un postulante local te va a ganar la mano. Está muy bien la humildad y flexibilidad, pero el realismo pesa más. Lo de “agarro cualquier changa mientras busco algo definitivo” no siempre funciona en los países ordenados.

Y si venís a emprender, tendrás otro tipo de necesidades de investigación, pero girarán en torno a las legislaciones que existan para habilitar un comercio o actividad comercial, si existen programas de apoyo a empresarios, y temas más relacionados con la industria a la que pertenezca tu negocio y cuanta demanda podés encontrar. Y en esto de emprender, una vez más, te voy a aconsejar que no pagues por asesoramiento o “sponsoreo” porque hoy en día hay más estafadores que expertos en el tema. Lo que si podés hacer, si aún pensás que cierta persona puede ayudarte, es conseguir referencias por tu cuenta, y no de los referidos que la persona en cuestión te quiera dar. A esta altura en redes sociales ya podés encontrar a más de uno que cayó en alguna trampa y está dispuesto a contar la experiencia.

Pensá que vos no solo vas a venir a alquilar un lugar donde vivir sino probablemente también un local y hasta quizás contratar algún empleado. Tu esfuerzo de planificación es doble, pero ahí ya no voy a profundizar porque no tengo experiencia. Lo único que quiero puntualizar es que la “informalidad” en la prestación de un servicio (ej. Uñas, en tu casa, sin factura/recibo para el cliente) o un producto (ej. Comida casera, que vos mismo entregas a domicilio y también sin ticket) te puede terminar saliendo mucho más caro que si haces las cosas bien. En el resto del mundo una denuncia por salubridad se toma en serio, y las multas no son unos mangos.

Idioma

Pero me atrevo a decir que, sin saber cuál va a ser tu destino elegido o la actividad económica que lleves a cabo, hay una variable que te va a marcar una diferencia importante: saber inglés.

Ay no, pero yo me voy a España/Italia/etc. asi que no importa tanto”. Sea el lugar que sea, hoy por hoy si bien no lo usas a diario lo vas a usar en el laburo, y ya no solo para completar el currículum.

Si no elegís un país de habla inglesa, pero decidís irte a Europa o Asia, pensá que en un 90% de los casos estarás en un país donde todos sus vecinos cercanos hablen un idioma diferente.

Desde el turismo hasta las relaciones comerciales tu país anfitrión tendrá nexo con otros en una lengua común, y muy probablemente esa sea el inglés. Europa por ejemplo es un territorio altamente conectado, y eso se nota a diario. De nuevo, si querés darte una idea de cuán importante es el inglés en tu zona de destino, solo revisa un poco los buscadores de empleo, no solo vas a ver que un Masters ya es casi un nivel de educación básico en puestos de cierta responsabilidad, sino que el dominio (nivel B2 para arriba) del inglés alcanza hasta puestos de camarero o administrativo. Si no estas estudiando ya, te diría que empieces cuanto antes.

“Pero es que yo me quedo en Latinoamérica…” ¿y no crees que sería un diferencial, encima que sos inmigrante, al menos hablar un idioma tan útil? Quizás en este caso solo tengas más tiempo para aprenderlo, pero sin dudas vas a necesitarlo para encontrar un laburo cualificado que te ayude a solventar todo el gasto en el que te metiste hasta ahí. “Ay que paja…” Sip. Nadie dijo que emigrar era solo comprar un pasaje y poner toda tu ropa en valijas. De todos modos, ya estas mucho más cerca. Yo digo que emigrar empieza mucho antes de la mudanza, es casi un estado mental.

Irse

Podríamos decir que casi estamos para plantear en qué momento del año vas a hacer el viaje, y si vas a alquilar desde tu país o llegar a tu destino y hacer la búsqueda en persona.

Con respecto a lo primero es una cuestión fundamentalmente de si tenés hijos en edad escolar/universitaria o no. Los padres siempre vamos a pensar que todo esto va a afectar mucho a los chicos, pero realmente eso pasa más con los adolescentes que con los menores.

Los nenes se adaptan fácil porque para ellos lo nuevo siempre tiene algo de divertido (incluso si eso implica aprender un nuevo idioma), pero los adolescentes pueden llegar a vivirlo como un verdadero destierro/exilio. Creo, siempre desde mi opinión y sin basamento profesional en el tema, que si mamá y papá están seguros de la decisión y lo muestran como una verdadera meta consensuada por un futuro familiar mejor, los chiquitos la naturalizarán con poca consecuencia, y los adolescentes tendrán que encontrar su propio lugar en el nuevo esquema.

Pensemos que, sobre todo en Argentina, muchos adolescentes dejan su ciudad natal a los 18 años para irse a estudiar a otra más grande, sin mayores consecuencias. Y también, por otro lado, uno no se pone al hombro conseguirles amigos a sus hijos en Argentina, ¿Por qué habría de garantizárselos en el nuevo país?

Entonces, hablando de hijos en edad escolar, la idea es pensar si será mejor llegar al nuevo destino durante las vacaciones de verano, a fin del año calendario, a fin del año lectivo, etc., más que nada porque habrá que buscarles una vacante (cosa que puede llevar un mes o dos) pero también darles tiempo a adaptarse tan solo al nuevo entorno. ¡Por favor tené en cuenta que en el hemisferio norte el ciclo escolar no coincide con el año calendario!

Y si no tenés hijos, yo diría que igual ligeramente consideres este tema de la época del año, porque no es lo mismo buscar un departamento o un trabajo en Navidad, por ejemplo, que hacerlo el resto del año.

Finalmente, llegados hasta acá y aunque la decisión no sea definitiva aún, me parece importante que si sos muy unido a tu grupo familiar o tenés un grupo de amigos muy querido, también les tires la idea a ver como se ve desde afuera. No hay mejor cachetada de realidad que la que puede darte un amigo o un hermano/padre.

Se sincero, para poder transmitir cuáles son tus motivos (que no parezca un capricho), tus expectativas (para ver cuan irreales les suenan) y tus preocupaciones (que quizás no sean tan importantes como las ves desde adentro). Pero que quede claro que no buscas más que críticas constructivas o recursos, y no que te apedreen los planes sin una mirada objetiva de tu posición. Estas, al fin y al cabo, buscando apoyo para descartar variables o ajustarlas. La decisión no dejara de ser tuya porque sos quien va a llevar la carga emocional y el impacto. Acá no vale echarle toda la culpa al contexto o al país anfitrión si las cosas no coinciden con lo imaginado o lo que te contaron. Y precisamente sobre “los cuentos”, y si bien SI te sugiero leer o participar en algún foro o grupo de expatriados o a punto de migrar, porque a veces surgen datos útiles o interesantes, debo advertirte y hasta pedirte que seas más bien suspicaz sobre la información que consigas. Todo lo que consigas como información te va a servir principalmente para contrastar una cosa con la otra y sacar tus propias conclusiones.

No olvides que todo esto que empecé hace muchos párrafos atrás es para que veas las implicancias de la decisión, como te hace sentir la idea, pero también lo que se necesita para concretarla, como afecta a tu familia y entorno y como puede cambiar esa relación con la distancia, y si crees tener la habilidad de adaptación y de gestionar la incertidumbre.

Mi intención no es abrumarte para que descartes la idea porque “implica mucho trabajo” sino precisamente que llegues a la decisión con más tranquilidad y sin ese sentimiento de “tirarse a la pileta”. Mantené una mentalidad abierta durante el planeamiento, flexibilidad y disposición para ir ajustando las variables a lo que vayas sacando en cada paso. Y los ojos bien abiertos para poder distinguir donde está la oportunidad, y no una mirada laser en solo una posibilidad. Eso de “salir de la zona de confort” va a ser tu mantra de ahora en más. Porque no es cuestión de resiliencia o actitud positiva, es cuestión de saber no solo si hay agua en la pileta, sino de cuanta profundidad tiene.

Ojalá no sea solo mojarse los pies. Ojalá tomes la decisión y puedas tirarte bomba con cierta seguridad (ojo que el guardavida esta fuera de servicio).

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Comentarios

  • Dario     01/04/2024 - 11:18:18

    Un embole. Muy largo.
    Y no resuelve nada.

    • Marina     01/04/2024 - 13:59:21

      No es para resolver, precisamente. Gracias por probar mi punto.

  • Hugo MdQ     01/04/2024 - 12:16:44

    Muy buen texto Marina. Emigrar no es para cualquiera, y fuiste muy detallada en la lista de temas a considerar. Todo puede malir sal. Algo que agregaría (aunque lo mencionaste) es la pérdida casi segura de "la red familiar" y de amigos que uno ni sabe que tiene en su lugar de origen. Si las cosas fallan, si no hay guita para una operación de la mascota, si se inundó tu casa y necesitas alojamiento un par de semanas, la familia/amigos es la mejor opción. Afuera no hay nadie.

    Justamente mi cuñado (un tarado de +50) se va ahora en abril a España, intentando por tercera vez tener éxito o algo parecido. Sin ninguna habilidad especial, ni idiomas, ni estado físico. Usa la excusa de "la seguridad", aunque no haya tenido ningún problema más que mirar TN todo el día. Y lo peor es que se lleva a mi sobrina... ya le dije que en el momento que toque Ezeiza los bloqueo a todos (salvo a ella), porque no quiero colaborar en esta aventura hippie (soy un jodido, lo acepto).

    Otro tema que tiene que ver con al edad es el retiro. Si te vas mayor, aunque consigas trabajo, te va a dar tiempo de tener una jubilación decente para retirarte?. Si no tenés ya los recursos, es un tema a considerar realmente.

    Gracia por la nota!

    • Marina     01/04/2024 - 13:55:25

      Coincido con ambos temas. Gracias por agregar valor al post.

    • Danbat     01/04/2024 - 20:38:42

      Muy buena la nota y muy acertada la mención del retiro/jubilación. Yo me planteé emigrar hace unos años y me abataté cuando empecé a pensar la mitad de las cosas que menciona Marina en el post. Y me frené cuando me di cuenta de que empezar de cero en otro lugar me da muy poco tiempo para armarme una jubilación, aunque sea poca. Estoy pisando los 50 y si bien no hay garantías de que el país vaya a estar bien en las próximas décadas, vivo en un lugar tranquilo al que le conozco las mañas y se que acá me puedo arreglar con poco gracias a la red familia/amigos, como menciona Hugo.

      • Marina     14/04/2024 - 09:49:20

        tu conclusion fue mas que lógica para tu situacion.
        no todos hacen el ejercicio, menos llegar a la mitad Guiño

  • Josepzin     02/04/2024 - 08:40:56 Revisado: 02/04/2024 - 08:44:02

    Luego lo leo, que ahora no puedo.

    Pero dejo un mini comentario.

    Yo me fui a España en 2002 (32 añitos...), era mi objetivo desde hacía 10 años. Y sin embargo los primeros meses fueron durísimos y me quería volver, contra toda lógica y razón. Y eso que estaba súper ilusionado por ir, alucinado por todo lo que veía... pero es realmente algo muy jodido lo de irse.

    Al final pasé esa etapa :P

    Y después me tocó vivirla al revés, volverme a Argentina sin querer volver y sin ilusiones :D también fue muy difícil pero también lo superé.

    • Marina     14/04/2024 - 09:50:26

      el emigrante retornado es un tema para otro post, pero no cuento con esa experiencia. es tu oportunidad Guiño

  • Manuel     02/04/2024 - 09:57:38

    Excelente artículo. Todo muy útil, y muy cierto.

    Yo me fui pensando que volvía. Vine a hacer un posgrado, "nos vamos por un par de añitos no más", después la cosa se fue estirando, luego volvió el kirchnerismo y decidimos esperar a ver qué pasaba, y vino la pandemia... el país terminó de irse al tacho y así terminamos quedándonos con mi familia del otro lado del charco (ya van a ser 10 años, cómo vuela el tiempo...). Además, en mi caso, la experiencia fue muy positiva, dura a nivel familiar, muy dura en momentos en que quería estar junto a mis seres queridos ante la enfermedad (o muerte) de alguien cercano, pero son situaciones que se superan y se sigue adelante. Creo que también tuve suerte de encontrarme con mucha gente de oro en estos años por aquí.

    El hecho de haberme ido sin la intención inicial de que sea definitivo, hizo que me quedaran muchos cabos sueltos en los temas que discute el artículo. Cada vez que voy de visita voy resolviendo un de a poco esas cuestiones.

    No quiero ser repetitivo, pero está muy bueno que hayas podido compilar toda esta información junta. A más de uno le va a ser súper útil.

    • Marina     14/04/2024 - 09:53:25

      Manuel dijo:

      ... está muy bueno que hayas podido compilar toda esta información junta. A más de uno le va a ser súper útil.


      gracias, era la intencion, por observar actualmente cuanta gente a mi alrededor no hizo una minima consideracion antes de irse...

  • Josepzin     03/04/2024 - 13:59:20

    Yo si hubiera leido este artículo antes de irme no me hubiera ido jaja

    Lo mio fue tirarse a la pileta, con flotador, eso si, pero no tuve en cuenta ni el 1% de todas estas cosas. Pero no las tuve en cuenta porque:
    - Tenía pasaporte
    - Fui con una profesión que en ese momento era una explosión
    - Me fui abierto a mudarme a cualquier lugar donde apareciera trabajo de lo que quería
    - Sin hijos

    Todo lo demás para mi fueron cosas que fui descubriendo sobre la marcha. Muchas por las malas y muchas salieron bien.

    Es muy difícil tener en cuenta tantas variables... desde mi punto de vista dos o tres cosas son imprescindibles:
    - papeles en regla
    - idioma (el inglés es una puerta abierta al mundo y a muchas mas ofertas laborales)
    - una profesión viable en el lugar de destino también ayuda
    - ser joven :P a mis 50s ni retarado me largaría a hacer todo esto de nuevo

    • Marina     14/04/2024 - 09:55:42

      Josepzin dijo:

      ... lo demás para mi fueron cosas que fui descubriendo sobre la marcha. Muchas por las malas y muchas salieron bien.

      esa es la clave: hay gente que "por las malas" los destruye, y si vas con hijos sin un plan ya me da ganas de cagarte a trompadas por egoista...

      digamos que tuviste huevos y suerte

      • Josepzin     16/04/2024 - 21:14:00

        Ahora tengo una hija de 10 y veo que es difícil incluso moverse a un pueblo a 40 km :D

  • Bruno G     05/04/2024 - 12:23:35

    Yo estoy en caminos de... y algo que suelo resaltar, a quienes preguntan para hacer lo mismo, es que fue super importante para mi mentalizarme que iba a demorar entre dos y tres años en volver a armar mi círculo social. Hacer ese ejercicio mental te prepara muchísimo!!
    Por suerte, hice dos grandes amigos en cuestión de meses, y son un gran soporte en el camino que aún estoy transitando.
    Y por último, siendo yo del interior, a mis amigos (con familia) de las grandes ciudades (sobre todo CABA y Gran BsAs), les digo que no hace falta irse del país para mejorar su calidad de vida... que prueben el interior si dudan de irse al exterior.

    • Marina     14/04/2024 - 09:58:08

      no se si ir pensando en "volver a armar mi circulo social" es del todo positivo.
      muchas, pero muchas veces, eso nunca se logra y puede ser muy frustrante.

      creo que la cabeza y el corazon tienen que estar abiertos a que quizas eso y todo lo demas sea completamente distinto.

  • Francisco     12/04/2024 - 04:35:00

    Muy buena nota!! Mucha gente se va a vivir afuera porque piensa con el bolsillo más que nada. Pero irse implica sacrificar la parte social y familiar. Y no todos están preparados. Después tienen plata ,estabilidad económica, no se estresan por la inseguridad, pero extrañan horrores a los amigos o parientes.
    Por parientes que viven afuera de Argentina, lo que suelen hacer es venir una o dos veces al año y quedarse una semana, dos, hasta 1 mes. Pero tampoco es tan simple, ellos pueden porque hacen home office o lo hacen durante vacaciones laborales.
    Para emigrar hay que ver lo bueno y lo malo y en todo caso si sale mal siempre se puede volver y no se quedan con la duda de... "y si hubiera emigrado...?"

    • Marina     14/04/2024 - 10:00:26

      ojo, "siemprese puede volver" no es cierto.
      muchos se empeñan tanto (hablando de dinero y dejar un laburo, por ejemplo) que volver es imposible.

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