Megaingeniería absurda: Un anillo de agujas para la Tierra



Era 1963 y la Tierra de pronto se pareció un poco más a Saturno. Un fino e imperceptible anillo de agujas de cobre la rodeaba pero no era un anillo natural, era uno artificial creado por la mente de los estrategas militares paranoides y su necesidad de telecomunicaciones globales.

Porque a comienzos de los años 60 la totalidad de las telecomunicaciones se realizaban ya sea por cables submarinos como por señales de radio que debían rebotar en la alta atmósfera para lograr un mayor alcance.

Los cables eran vulnerables a un ataque pero las señales de radio se podían utilizar para mantener comuncicado al ejército a larga distancia, ¿qué mejor que una gran antena espacial?



Si, hoy en día nuestro primer y obvio pensamiento será ¿Tanta basura espacial para tan sólo utilizarlo como antena? Todavía no se usaban satélites geoestacionarios para comunicarse, los sistemas de radio tradicional eran la forma lógica de hacerlo, pero lograr mayor alcance en un planeta esférico no es fácil, se necesita aprovechar las características de la alta atmósfera.

El problema es que no todo rebota contra ésta, se necesita algo que permita aumentar el alcance y mantener cierta calidad de audio. La idea era soltar en una órbita mediana millones de pequeñas agujas o "dipolos" de cobre, que actuarían como pequeñas microantenas y, en su conjunto, como una gran antena masiva.



La ionósfera será impredecible pero si podían crear una propia de cobre las comunicaciones estarían aseguradas aun con los cables submarinos destruidos. Cada dipolo medía unos 1.78 centímetros de largo (la mitad de la onda de 8 GHz) y apenas entre 25.4μm y 17.8μm de diámetro. El proyecto llevó el nombre de "West Ford", también conocido como "Westford Needles" y "Project Needles".

Los encargados de probarlo fueron los científicos de laboratorio Lincoln del Massachusetts Institute of Technology a pedido de las fuerzas armadas, usualmente quienes financiaban estos laboratorios, desde el pueblo de Westford una antena parabólica utilizaría este anillo como asistencia para sus mensajes radiales.

Entre 1961 y 1963 se lanzaron dos cohetes, el primero no funcionó muy bien, a bordo de un Atlas-LV3 Agena-B las agujas no se esparcieron correctamente, en 1963 un segundo vuelo logró esparcirlas correctamente en una órbita mediana entre 3500 y 3800 kilómetros de altitud en una inclinación de entre 96 y 87 grados. 480 millones de agujas en órbita.

Como es de esperar la "idea" del laboratorio era que las agujas tarde o temprano, gracias a la presión del viento solar, irían cayendo a la Tierra y se "limpiaría" el espacio de las mimsas, también 1963 no era un año en el que la ecología espacial tuviese relevancia alguna.



Pero hay un problema mucho mayor a la hora de soltar basura en el espacio, cada una de estas agujas era un riesgo para todos los otros satélites, es más, los lanzamientos fallidos provocaron que quedasen en grupos y no sueltas, aumentando el riesgo de daño ante el impacto.

Para las FFAA la idea era que el espacio era tan pero tan grande que eso no importaba, pero la realidad es que un sólo satélite de millones de dólares podría sucumbir ante una lluvia de pequeños microfragmentos de cobre que uno mismo dejó allí, la idiotez consumada.

Es interesante saber que en 1945 el mismísimo Sir Arthur C. Clarke sugirió una idea similar en una propuesta en la revista Wireless World. Su concepto era más parecido al de los satélites geoestacionarios. Aprovechar los cohetes V2 capturados a los alemanes para posicionar en órbita antenas a 35,787 km. Hoy en día se la llama la "Órbita Clarke" en su honor y hay más de 300 satélites allí.

Claro, Clarke no tenía todavía en mente la idea de un satélite y sólo pensó en antenas, en 1965 el primero de éstos, el Intelsat I "Early Bird", se transformaba en el primer satélite de comunicaciones activo y demostraba que la idea de un anillo de agujas era totalmente estúpida y, además, ¡ponía en riesgo a estos nuevos satélites!

Otro de los problemas era que afectaba directamente a las observaciones de los astrónomos y sus radiotelescopios, tecnología que estaba naciendo pero que hoy en día es fundamental, pero como era de esperar el gobierno pensaba primero en su paranoia contra la URSS que en la astronomía y hasta no ver los primeros resultados pensaba seguir intentándolo.



El diario soviético Pravda aprovechó la idiotez del enemigo para publicar una nota "Los cielos sucios de EEUU" y todo esto derivó en que los EEUU tuvieron que declarar ante la ONU que iban a consultar a la comunidad científica internacional antes de hacer otro lanzamiento (cosa que no hicieron, pero ya saben cómo es la política).

El resultado técnico del lanzamiento de 1963, donde efectivamente las agujas lograron la órbita deseada, demostró que funcionaba la idea, pero también se probó que en la medida que las agujas se dispersaban la calidad de transmisión caía notablemente, no mantenían la órbita. Es decir, en principio podía funcionar, pero no parecía muy rentable.

Para los científicos era una afrenta enorme, ya habían hecho algo así cuando el ejército había realizado las pruebas Starfish Prime, detonar una cabeza nuclear W49 en altura. No sólo había generado una linda nube radioactiva en altitud, además la emisión de partículas beta, alfa y electrones altamente energéticos provocó la creación de varios cinturones energéticos alrededor del planeta.

Todas estas pruebas irrespetuosas con otras naciones y con el espacio mismo resultaron en el Tratado del Espacio Exterior de 1967 que incluye entre otras provisiones una para no detonar armas nucleares ni transformar astros en bases militares, consultar a las comunidades científicas antes de realizar experimentos como West Ford y no hacerlo por cuenta propia como hasta ese momento se hacía.

Al día de hoy quedan todavía varios grupos importantes de agujas flotando en el espacio y son seguidas por el NASA Orbital Debris Program Office trabajo derivado de la irresponsabilidad a la hora de viajar al espacio. La ESA, por su parte, también llevó a cabo un estudio para determinar dónde estan todos estos clusters de agujas que siguen en órbita ya que, a diferencia de las que quedaron perfectamente esparcidas, las que estan en grupo no son empujadas tan fácilmente por el viento solar y siguen allí.

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Comentarios

  • Sergio     02/04/2017 - 20:40:37

    Que peligro che, ahora una pregunta: la ISS está en el rango de esas agujas? porque si es así me imagino el cagazo que le debe dar a un astronauta cuando lo mandan a una caminata por afuera sabiendo que puede quedar brocheteado entero jaja

  • Fabio Baccaglioni     03/04/2017 - 00:47:11

    Sergio dijo:

    Que peligro che, ahora una pregunta: la ISS está en el rango de esas agujas? porque si es así me imagino el cagazo que le debe dar a un astronauta cuando lo mandan a una caminata por afuera sabiendo que puede quedar brocheteado entero jaja


    por suerte todos los objetos de este tipo son monitoreados y en la ISS rara vez pasa algo que podría impactar (ya ha pasado cerquita algún cascote espacial), pero sí, es un tema a tener en cuenta, por eso no se sale a hacer una caminata sin saber cómo estará "el clima"

  • Leandro     03/04/2017 - 15:45:15

    ...por cosas como éstas es por lo que no confío totalmente en lo que me dicen los científicos...

    Por caso, el tema de algunas vacunas, o las antenas de telecomunicaciones, entiendo los conceptos científicos, pero los científicos son personas, y muchas veces la pifian mal, y a veces por money...

  • cxbop     03/04/2017 - 17:10:18

    Leandro dijo:

    ...por cosas como éstas es por lo que no confío totalmente en lo que me dicen los científicos...
    Por caso, el tema de algunas vacunas, o las antenas de telecomunicaciones, entiendo los conceptos científicos, pero los científicos son personas, y muchas veces la pifian mal, y a veces por money...

    En todo caso militares, como es el caso.
    Y la ciencia no es 2, 3 o 100 científicos.

  • Fabio Baccaglioni     03/04/2017 - 22:37:43

    Leandro dijo:

    ...por cosas como éstas es por lo que no confío totalmente en lo que me dicen los científicos...

    Por caso, el tema de algunas vacunas, o las antenas de telecomunicaciones, entiendo los conceptos científicos, pero los científicos son personas, y muchas veces la pifian mal, y a veces por money...


    por comentarios así yo no confío en los humanos :D

    cuando se menciona "los científicos" y se los trata como un colectivo imaginario de entidades inhumanas de guardapolvo blanco es cuando no se entiende qué cuernos es la ciencia.

    la ciencia se revalida y construye constantemente, lo peor, el verdadero error, sería no chequear tus números nunca y salir al mundo como si nada, la ciencia permite, gracias a sus métodos, mejorar.

    esto, por ejemplo, no es algo de "científicos", es un caso de militares cagándose en la ciencia para obtener una ventaja militar y, por ende, arruinando las posibilidades de los científicos, es exactamente lo contrario.

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