Raid aéreo a Bari y por qué deberías cuidar más ese Gas Mostaza

06/10/2015 - 10:30:00 por Fabio Baccaglioni - 5840 - 5 - En Historia

Durante la Segunda Guerra Mundial el uso de armas químicas curiosamente no estuvo presente, será por el miedo de la Primera Guerra, por las consecuencias que podría traer, todos tenían un stock enorme de gas mostaza y otras barbaridades químicas, pero en muy pocas ocasiones se utilizó. El mayor uso se dio en los campos de exterminio.

Pero hubo una ocasión en particular en la que Gas Mostaza fue lanzado contra la tropa y no fue por el enemigo, tampoco fue fuego amigo, fue uno de los peores errores de los norteamericanos: llevarlo a Europa en barcos "por las dudas".

El riesgo de que los alemanes optasen por la opción química estuvo siempre presente y "por las dudas" el alto mando militar de los EEUU decidió llevar su propio stock al viejo continente, sólo que con la mala fortuna de no cuidarlo adecuadamente...

Para Diciembre de 1943 los EEUU habían tomado media península itálica, la Italia de Mussolinni se desmembraba ante el avance aliado porque tampoco querían pelear dicha guerra, es más, poco a poco se iban rindiendo y pasando de bando porque tampoco soportaban al líder fascista, la mayor parte de la resistencia al avance aliado era del lado alemán.

La ciudad de Bari había sido tomada sin resistencia prácticamente, la 1° división aerotransportada británica no había tenido que esforzarse demasiado y el puerto rápidamente se empezó a utilizar para recibir municiones y pertrechos para las tropas.

En la mañana del 2 de Diciembre de 1943 el mismísimo comandante de la fuerza aérea táctica del norte de áfrica, el mariscal Sir Arthur Coningham, anunciaba a la prensa que los alemanes habían perdido la superioridad aérea, que habían perdido la guerra aérea. Era una afirmación fuerte ya que los alemanes igualmente hacían ataques, en una cantidad muy menor a las anteriores, pero seguían allí al acecho.

Ese mismo día había unos treinta barcos descargando material en Bari para la batalla que se estaba dando en Monte Cassino, la pequeña ciudad contaba con 250.000 habitantes por aquel entonces, ese día también un Me 210 de reconocimiento alemán divisó los barcos y la falta total de protección antiaérea adecuada, ningún caza lo interceptó, no había ninguno mirando el puerto de Bari.

Albert Kesselring pretendía atacar los campos aéreos controlados por los aliados pero Wolfram von Richthofen (primo de Manfred y Lothar, en su primer misión con Manfred éste fue derribado) sugirió aprovechar la desprotección de Bari y por ende ordenó el ataque.

Sólo tenían bombarderos Ju 88 A-4 disponibles, ya anticuados para la época pero seguían siendo la columna vertebral del ataque germano, 105 de éstos pudieron estar listos de los 150 planeados, inclusive planearon una entrada por el Adriático para confundir a los aliados y hacerles creer que provenían de Yugoslavia.

La sorpresa igualmente fue total, era la tarde del 2 de Diciembre y el puerto estaba en plena actividad, los bombarderos no enfrentaron defensa alguna y pudieron lanzar sus bombas con absoluta precisión.



Dos buques transporte de municiones recibieron impactos directos, la explosión siguiente fue enorme y reventó un oleoducto que se incendió y esparció su furia infernal sobre otros buques que todavía estaban sanos, 28 barcos llenos de carga se fueron a pique, tres lograron salvarse, doce más resultaron dañados, sólo los submarinos que se encontraban en puerto no sufrieron ninguna baja porque estaban preparados para cosas peores.

Pero las 31.000 toneladas de barcos sumergiéndose no fueron el verdadero problema de Bari, que ya de por sí fue un gran golpe, no, fue la carga en el John Harvey

El John Harvey era un típico transporte Liberty americano, en su bodega llevaba una carga especial, 2000 municiones M471A1, no llevaban explosivo convencional, en cambio su contenido eran 30 kilos de Gas Mostaza cada una.

Habían sido enviadas en caso de que los alemanes optasen por la opción química y tuviesen que devolver el gesto inhumano, ese era el "por las dudas" más ridículo de la guerra, pero allí estaban, en un buque que estaba siendo bombardeado sin defensa alguna.



Las bombas destruyeron la carga, el agua del puerto estaba inundada de petróleo y ahora de sulfuro de mostaza que, casualmente, se empezó a diluír perfectamente creando una capa viscosa y muy, muy contaminante... sobre los marinos que saltaban al agua para salvar sus vidas.

Para colmo de males los médicos centraban su atención en los más lastimados y no en los empetrolados marinos, con un buen baño podrían haberlos salvado pero nadie tenía idea de la carga real del John Harvey, los síntomas no se hicieron esperar ni un día, no sólo unos 630 marinos y operarios de puerto, enfermeros y médicos empezaron a sufrir las quemaduras típicas de este letal compuesto.

Los heridos además inhalaban el gas mostaza que se transformaba en humo mientras el petróleo se quemaba en el agua del puerto, el humo empezó a sentirse en la ciudad donde un olor semejante al ajo invadió todo, y eso que los italianos usan ajo hasta para el café, pero como la tripulación del barco transporte había perecido casi en su totalidad, no quedaba nadie para avisar a qué se debía el ardor.



El informe de los síntomas llegaron a oídos del Cirujano General Fred Blesse quien envió al teniente coronel Stewart Francis Alexander, experto en guerra química, quien triangulando los informes de los marinos y rescatistas dio con la ubicación de la fuente, los restos humeantes del John Harvey, encontrando varios restos de las M47A1, confirmando así sus sospechas.

83 marinos murieron por el gas y nunca se pudo llevar la cuenta de cuantos civiles ya que, bueno, épocas de guerra y la cobertura siguiente de la noticia para que nadie se enterase, menos los alemanes, bajo estrictas órdenes del mismísimo Dwight D. Eisenhower.

El Dr. Stewart F. Alexander arribó a Bari para realizar el informe que fue aprobado por Eisenhower luego, pero hasta donde habrá llegado la cobertura que Winston Churchill ordenó que en su versión del informe figurasen los muertos por gas mostaza como "quemaduras por acción enemiga".

El caso fue declasificado en 1959 y recién en 1967 salió a la luz en el libro Disaster at Bari de Glenn B. Infield, recién en 1986 el gobierno británico admitió que algunos de los muertos de Bari eran por gas mostaza.



Es curioso que el gobierno británico mantuviese la mentira hasta tantos años después, negándole la pensión por las consecuencias de respirar dicho gas a sus propios hombres, aun treinta años después de que los norteamericanos liberasen la información.

El único ataque serio con gas mostaza en la guerra fue por propia culpa, por confiarse demasiado terminaron provocando un pequeño Pearl Harbour.

Video documental sobre el caso:



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